Aquí la
evidencia bíblica:
1 Pedro
1:5 “Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para
alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo
postrero” (Subrayado añadido).
2
tesalonicenses 3:3 “Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará
del mal” (Subrayado añadido).
1 Juan
5:18 “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues
Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca”
(Subrayado añadido).
Judas
24-25 “Y a Aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros
sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios,
nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos
los siglos. Amén” (Subrayado añadido).
Y no sólo
nos guarda contra las acechanzas del diablo, sino que nos da poder y fortaleza
en todas las adversidades:
1 Pedro
5:10 “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en
Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os
perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”.
2
Corintios 4:7-10 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en
todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no
desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por
todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se
manifieste en nuestros cuerpos”.
Romanos
8:37-39 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni
ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni
lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor
de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Subrayado añadido).
En la
palabra “ángeles” se entiende por contexto que se identifica a Satanás y
a sus ángeles caídos, puesto que los ángeles de Dios no tendrían motivos para
separarnos de Dios; por tanto, ninguno de ellos nos puede separar de Dios.
Estas han
sido las 10 razones válidas y por las cuales un cristiano no puede ser
endemoniado. Lo cual, al igual que el apóstol Pablo, exhorto:
2
Corintios 13:5 “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a
vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en
vosotros, a menos que estéis reprobados?”.