diciembre 12, 2012

Y... ¿EL DIEZMO?


El diezmo es bíblico, por cuanto aparece en la Biblia, no podemos negar tal cosa. La pregunta sería si se aplica el diezmo en el Nuevo Pacto. Sólo prestaré un breve comentario básico. Respecto al diezmo, no existe mención de que los cristianos lo practiquen. Sólo se nos enseña a ofrendar. Para empezar… ¿En qué consiste el diezmo?

a) El diezmo bíblico.- Veamos lo que dice la Biblia respecto al diezmo:

Lev 27:30-34 “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello. Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en cambio serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados. Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí”.

Núm 18:22-32 “Y no se acercarán más los hijos de Israel al tabernáculo de reunión, para que no lleven pecado por el cual mueran. Más los levitas harán el servicio del tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su iniquidad; estatuto perpetuo para vuestros descendientes; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel. Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad. Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos. Y se os contará vuestra ofrenda como grano de la era, y como producto del lagar. Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de todos vuestros diezmos que recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón. De todos vuestros dones ofreceréis toda ofrenda a Jehová; de todo lo mejor de ellos ofreceréis la porción que ha de ser consagrada. Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de ellos, será contado a los levitas como producto de la era, y como producto del lagar. Y lo comeréis en cualquier lugar, vosotros y vuestras familias; pues es vuestra remuneración por vuestro ministerio en el tabernáculo de reunión. Y no llevaréis pecado por ello, cuando hubiereis ofrecido la mejor parte de él; y no contaminaréis las cosas santas de los hijos de Israel, y no moriréis”.

Deu 14:22-29 “Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año.Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días. Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere, entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia. Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren”.

Deu 26:12-13 “Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán. Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos”.

Mal 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.

Luc 11:42 “Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello”.

El diezmo, bíblicamente hablando, consiste en:
·         Productos de la tierra (alfolí, menta, ruda y hortaliza)
·         Frutos de los árboles
·         Granos.
·         Vinos y sidra
·         Aceites
·         Primicias de manadas y ganados (vacas, ovejas, etc.)

La única excepción que se hace en cuanto a entregar diezmo de forma monetaria es si alguno de los diezmadores vivían en zonas geográficas muy distantes, para luego comprar alimentos y ofrecerlos. Esa era la única excepción.

b) ¿Quiénes son los que realizan el diezmo?.- En todo el contexto de los versículos citados es evidente que quienes diezman son los hijos de Israel; no la Iglesia.

Mal 4:4 “Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel”.

1Cr 2:1-2 “Estos son los hijos de Israel: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Dan, José, Benjamín, Neftalí, Gad y Aser”.

c) ¿Cuándo se abolió o se detuvo la ordenanza sobre los diezmos?.- Algunos citan que Lucas 11.42 es un aval de que el diezmo es funcional en el Nuevo Pacto, pero no se toma en cuenta, que nuestro SEÑOR Jesucristo aún no había entregado su vida en sacrificio por nuestros pecados.

Una vez cumplida la entrega de Su sangre para expiación por nuestros pecados, se abolieron las ordenanzas rituales de la Ley:

Efe 2:14-16 “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades” (Subrayado añadido).

John MacArthur comenta:

“Por medio de Su muerte, Cristo abolió las leyes, las fiestas y los sacrificios del AT que tanto distinguieron a los judíos de los gentiles. Ahora bien, la ley moral de Dios (como está resumida en los Diez mandamientos y permanece escrita en el corazón de todos los hombre, Ro 2:15) no fue abolida, sino incorporada al Nuevo Pacto porque refleja su propia naturaleza santa (Mat 5:17-19)” (*1).

Por tanto, las ordenanzas como el diezmo, la circuncisión, las leyes alimentarias, el guardar el sábado, quedaron abolidas. Cuando Jesucristo presentó su sangre una vez y para siempre para propiciación por los pecados, se abolió el sistema de sacrificios de la Ley.

Heb 9:11-12 “Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención”.

Heb 9:24-26 “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado”.

Heb 10:1-4 “Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados”.

Entonces, ya no hay más ejercicio sacerdotal desde el punto de vista del AT. Ahora todos tenemos amplia entrada por el Padre, sin necesidad de mediadores, excepto Jesucristo nuestro SEÑOR. Y si no hay sacerdotes de carácter del AT, no hay razón, por tanto, para diezmar.

Otro último comentario:

“Queda claro que en los tiempos de Cristo todavía la ley del diezmo se cumplía al pie de la letra: Productos de la tierra ¡Este es el diezmo bíblico!  A una persona no le era permitido cambiar este acuerdo (la ley establece: productos de la tierra no dinero), escogiendo y eligiendo lo qué le gustara, como si fuera un menú religioso.  Israel estaba obligado a apoyar a sus trabajadores nacionales (sacerdotes), sus feriados (festivales) y sus pobres (extranjeros, viudas y huérfanos) mediante sus diezmos anuales. Quedaban excluidos de diezmar: los jornaleros (asalariados), los pescadores, los mineros y todos aquellos no cubiertos por la ley mosaica.  Uno de los propósitos del diezmo era para proveer para los Levitas.  Los Levitas recibieron un reparto menor de tierra que las otras tribus.  Los Levitas ejercieron muchas de las funciones religiosas de la comunidad, pero también la judicial, gubernamental, y educativa.  En otras palabras, el diezmo se usó también para propósitos seculares.  Los levitas eran frecuentemente músicos, administradores, arquitectos, jueces, profesores, escribientes, doctores, lo que llamaríamos hoy "gente profesional".  El Levita también diezmaba del diezmo recibido para los sacerdotes.  Los sacerdotes no tenían que diezmar (1Pe 2:9  Mas vosotros sois linaje escogido,  real sacerdocio,  nación santa,  pueblo adquirido por Dios,  para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; el que tenga oídos para oír que oiga).  Me doy cuenta que la mayoría de las personas igualan a los Levitas con los "sacerdotes," pero en alguna parte de la historia de Israel, se desarrollaron dos clases diferentes” (*2).    

Preguntas: ¿Por qué los pastores y los pseudo-apóstoles de hoy no enseñan la verdad sobre el diezmo? ¿Por qué tiene que ser específicamente dinero cuando la Biblia habla sobre sostenimiento alimenticio? ¿Por qué lo ejercen como si de una imposición se tratase dentro del Nuevo Pacto? Yo recomiendo que considere y discierna sus intereses con ayuda del Espíritu Santo. Si alguien quiere ofrecer a Dios su diezmo, bien puede hacerlo, como una ofrenda de corazón. Pero esto no implica una imposición forzosa y rodeada de maldiciones de perdición y condenación para el creyente por no diezmar.

A Dios sea la Gloria!
(Notas y notas…)
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(*1) BIBLIA DE ESTUDIO JOHN MACARTUHR, pág. 1656.