febrero 14, 2013

COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 9.1-14


a) El texto bíblico a analizar

1Co 9:1-14 “¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor. Contra los que me acusan, esta es mi defensa: ¿Acaso no tenemosderecho de comer y beber? ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (Subrayado añadido).

b) El pensamiento griego y judío sobre el sostenimiento

En el contexto cultural, el pensamiento griego de los corintios y de los posibles prosélitos judíos en Corinto, con respecto al sostenimiento de los tutores, era éste:

Los griegos despreciaban el trabajo manual; ningún griego libre estaría dispuesto a trabajar con sus manos. Aristóteles había enseñado que hay dos clases de personas: las cultas, y los madereros y aguadores que existen exclusivamente para llevar a cabo esos trabajos serviles para los otros, y a los que sería no solamente un error sino hasta un mal el tratar de elevarlos o educarlos. Los enemigos de Sócrates y de Platón les tomaban el pelo porque no aceptaban ningún dinero por enseñar, y hasta insinuaban que no cobraban porque su enseñanza no valía nada. Es verdad que también se esperaba de los rabinos judíos que enseñaran sin cobrar nada, y que tuvieran un oficio que les permitiera ganarse la vida sin depender de nadie; pero esos mismos rabinos se tomaban mucho interés en inculcarles a sus estudiantes que no había obra más meritoria que el sostener a su rabino. Si alguien quería tener un buen lugar en el Cielo, la mejor manera de asegurárselo era subviniendo a todas las necesidades de un rabino” (1).

Hablando por el contexto, este pasaje, que habla sobre los derechos a asistencia o manutención son referidos para los apóstoles. En nuestro presente, este pasaje se aplica a los misioneros o evangelistas que viajan continuamente; y que no tiene amor al dinero. Más adelante, veremos en qué consistía el “salario”. En el caso de Pablo, él se sostenía trabajando (Léase Hch 18.2-3; 20.34; 1 Co 4.12; 2 Co 11.7).

Ahora, la palabra “Derecho”, en el original griego es: “Exousia” (STRONG 1849) que significa “poder o autoridad”, en este caso, poder o autoridad para escoger lo que quiera comer, beber, tener esposa o ninguna de las opciones citadas. Pablo prefería abstenerse de sus derechos con tal de que la obra no se comprometiera. Según Jamieson-Fausset-Brown, traductores, el versículo 4:

“¿No tenemos potestad—O según el griego: “derecho,” “autoridad,” o poder legal, equivalente a la “libertad” reclamada por los corintios (cap. 8:9). El “nosotros” incluye con él a sus colegas en el apostolado. La interrogativa griega expresa: “Seguramente no diréis que no tenemos potestad: ¿verdad?” “¿Acaso no tenemos el derecho de comer y beber?—sin trabajar con las manos (vv. 11, 13, 14). El que San Pablo no aprovechara este derecho lo usaron sus opositores como pretexto para insinuar que él mismo era consciente de no ser apóstol verdadero (2Co_12:13-16)” (2).

Aquí queda claro que no es una obligación que los apóstoles sean sostenidos.

c) Los argumentos válidos para hacer uso de este derecho de manutención o sostenimiento

El derecho de Pablo a recibir asistencia para sus necesidades se basaba en cuatro argumentos:

1.    El orden social disponía que aquellos que prestaban algún servicio, como soldados, campesinos, y pastores recibieran una remuneración (vers. 7). “El mundo de Pablo conocía demasiado bien la presencia y el trabajo de los soldados romanos. Debido a la extensión geográfica del imperio romano, había muchas tropas acantonadas dondequiera. Con el tiempo, Pablo conocería personalmente el servicio de algunos soldados romanos. Por este conocimiento común, el Apóstol demuestra con cierto tono irónico la racionalidad del sostenimiento económico de un apóstol. También, al igual que el viñador, el apóstol puede esperar recompensa por su labor. La analogía final del apóstol es la del pastor de ovejas. No hay quien espere que el pastor no reciba beneficios de su rebaño; ¿Con qué base los corintios pueden sugerir que Pablo y Bernabé no merecen también los beneficios del apostolado?” (3).
2.    La ley de Moisés prescribía una justa recompensa para quienes prestaban un servicio, principio que se aplicaba incluso a los animales que realizan alguna faena, como el buey que trilla (vers. 8-12). Acoto el siguiente contexto: “Cuando se hacía la trilla en Oriente, lo mismo que en España hasta hace muy poco, las gavillas de la siega se colocaban en la era; seguidamente se hacía que parejas de bueyes y otros animales arrastraran el trillo sobre las gavillas, algunas veces atándolos a un poste central y haciéndoles dar vueltas sobre el grano; en cualesquiera formas, no se les ponía el bozal a los animales, dejándolos en libertad de comer todo lo que quisieran en recompensa por el trabajo que estaban haciendo. Esta ley concreta acerca de los bueyes se encuentra en Deu_25:4” (8). “El propósito de la ley original era la protección de los animales. Pablo no niega esta faceta de la ley, pero afirma que el propósito de Dios en la ley rebasa ese sentido; más bien, la misma protección deseada por Dios para los animales también la desea para los hombres apostólicos. La pregunta al final, por su construcción gramatical, exige una respuesta negativa (v. 10). Aunque algunos hablan negativamente de la exégesis alegórica de Pablo en esta ocasión, hay que ver que según Gen_1:28 los animales existen para el bien del hombre. Aunque se obedecía el mandamiento en Deu_25:4 literalmente, también esta ley tendría su aplicación en beneficio de los hombres. Se esperaba que el cultivador y el trillador también se beneficiaran de su labor en el campo. Aquel araba con la esperanza de que la tierra alimentara las plantas que brotarían de la semilla; éste trillaba el trigo esperando comer del pan que resultaría” (5).
3.    La participación de los sacerdotes en el altar que tenían derecho a comer de él (Vers.13). Veamos a la referencia asociada que tiene en la Biblia RV60: Deu 18:1-8 “Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad de él comerán. No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos; Jehová es su heredad, como él les ha dicho. Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajarLas primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás; porque le ha escogido Jehová tu Dios de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre. Y cuando saliere un levita de alguna de tus ciudades de entre todo Israel, donde hubiere vivido, y viniere con todo el deseo de su alma al lugar que Jehová escogiere, ministrará en el nombre de Jehová su Dios como todos sus hermanos los levitas que estuvieren allí delante de Jehová. Igual ración a la de los otros comerá, además de sus patrimonios” (Subrayado añadido). He aquí el comentario: “La pregunta (sobre la participación de los sacerdotes en el altar) se hace con la esperanza de una afirmación. Aunque los creyentes corintios estaban rodeados de templos paganos en Corinto (ver 8:1), lo más probable es que Pablo esté hablando del templo en Jerusalén. Con todo, había bastante similitud entre los beneficios de los sacerdotes en los templos paganos de Corinto y el de Jerusalén. El AT informa respecto a las prácticas de los sacerdotes y sus beneficios (ver Num_18:8-9, Num_18:31; Deu_18:1-4). El sentido pleno de su argumento es que los que hacían labor religiosa a favor de otros podrían esperar su sustento” (6). En el culto del templo, en Jerusalén, los sacerdotes recibían:
·         Ofrenda quemada: El sacerdote recibía el cuero del animal.
·         Ofrenda por los pecados: Se quemaba la grasa del animal. El sacerdote recibía la carne del animal.
·         Ofrenda de transgresión, igual a la anterior.
·         Ofrenda de comida: harina, vino y aceite. Solo se ofrecía simbólicamente, pues todo era para el sacerdote que ofrecía.
·         Ofrenda de paz: Se quemaban la grasa y las entrañas del animal. El sacerdote tomaba la carne del pecho y los hombros, el resto lo quemaba el ofrendante.
·         El sostenimiento de los sacerdotes en el AT y NT se hacía con los diezmos, ofrendas y sacrificios que se presentaban en el templo.
4.    El Señor mismo ordenó sostener a los que anuncian el evangelio (vers. 14). El Apóstol afirma que Jesús aprobaba un modelo de sistema de beneficios otorgado por la Ley, y por esto enseña que los misioneros cristianos también debían ser sostenidos por los fieles. “La única inferencia que se puede sacar de este pasaje es, no que el ministerio cristiano sea de un carácter sacrificial como el sacerdocio judaico, sino sencillamente, que como éste era mantenido por las contribuciones del pueblo, así también aquél debía serlo” (7). Se sobreentiende aquí dentro de los predicadores del evangelio que serían los apóstoles, pero no necesariamente se limita a ellos (ver Mat_10:10; Luk_10:7). Son pocas las veces que Pablo citaba palabras de Jesús. Hay que recordar que su ministerio misionero y sus escritos se realizaron varios años antes de que el primer Evangelio se escribiera. Aquí, el Apóstol cita el contenido esencial de Luk_10:7: “…el obrero es digno de su salario”. Para que Pablo citara así a Jesús, tenía que haber tenido acceso a unas tradiciones orales o escritas de algunos de los dichos de Jesús” (8).

El motivo principal de su insistencia en sus derechos prescindidos es la necesidad de que los corintios reconozcan la legitimidad de su apostolado. Los derechos en sí son secundarios pero el que se le reconozcan sus derechos apostólicos era de gran importancia para Pablo; porque con ello demostraba su autoridad como apóstol. Rehusó este derecho de manutención debido a que si lo tomara por seguridad y con mucha frecuencia, sus motivaciones para predicar el evangelio serían puestas en duda.

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FUENTE BIBLIOGRÁFICA:
(1) COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO, WILLIAM BARCLAY; versión para E-Sword.
(2) COMENTARIO EXEGÉTICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA, TOMO II: EL NUEVO TESTAMENTO, POR ROBERTO JAMIESON, A. R. FAUSSET Y DAVID BROWN. CASA BAUTISTA  PUBLICACIONES. PÁG. 419-420.
(3) Cita de COMENTARIO BÍBLICO MUNDO HISPANO; versión para E-Sword.
(4) COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO, WILLIAM BARCLAY; versión para E-Sword.
(5) Cita de COMENTARIO BÍBLICO MUNDO HISPANO; versión para E-Sword.
(6) Cita de COMENTARIO BÍBLICO MUNDO HISPANO; versión para E-Sword.
(7) COMENTARIO EXEGÉTICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA, TOMO II: EL NUEVO TESTAMENTO, POR ROBERTO JAMIESON, A. R. FAUSSET Y DAVID BROWN. CASA BAUTISTA  PUBLICACIONES. PÁG. 420-421.
(8) Cita de COMENTARIO BÍBLICO MUNDO HISPANO; versión para E-Sword.