febrero 14, 2013

COMENTARIO SOBRE 1 TIMOTEO 5.17-18


a) El texto bíblico a analizar

1 Tim 5:17-18 “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y:Digno es el obrero de su salario” (Subrayado añadido).

b) ¿Qué es la “Doble honra”?

No literalmente que un presbítero que gobierna bien debiera recibir un sueldo doble que el que no gobierna bien [Alford], o de una viuda presbítera o de los diáconos. [Crisóstomo]. “Doblada” se usa por grande en general. Sea abundante (“doble” = abundante, cf. Isa_40:2 y Jer_17:18). No que se convierta el ministerio sagrado en negocio, cosa que San Pablo reprueba enérgicamente (cf. 6:5), sino sencillamente que se procure un decoroso sustento a los que desempeñan tales ministerios” (9). El énfasis en la “Doble honra”, es más bien, el reconocimiento a los ancianos que laboran con efectividad por parte de los miembros de la iglesia.

c) ¿Qué significa “El obrero es digno de su salario”?

Citado aquí de Luk_10:7, mientras que Mat_10:10, tiene “su alimento”, Si Pablo extiende la frase, “la Escritura dice” a esta segunda frase como también a la primera, reconocerá así el Evangelio de Lucas, su propio colaborador (de donde aparece la propiedad no calculada de la cita), como Escritura inspirada. Esta me parece la opinión correcta. El Evangelio según Lucas estaba en circulación hacía entonces ocho o nueve años. Sin embargo, es posible que “la Escritura dice” se refiera sólo al pasaje citado de Deu_25:4; entonces su cita será la de un proverbio común, citado también por el Señor, el cual se recomienda a la aprobación de todos, y es aprobado por el Señor y su apóstol” (10).

Entonces ¿En qué consiste el salario? Revisemos una vez más la ordenanza del maestro, explicada en el cuarto argumento sobre la toma de derecho de sostenimiento a los que anuncian el evangelio:

Mat 10:9-10 “No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento” (Subrayado añadido).

Luc 10:7 “Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios” (Subrayado añadido).

Ahora, comparemos los siguientes versículos vistos anteriormente con las ordenanzas de nuestro SEÑOR:

1 Co 9:4 “¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber?” (Subrayado añadido).

1Co 9:13 “¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan?” (Subrayado añadido).

Deu 18.1 “Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad de él comerán” (Subrayado añadido).

Por contexto ¿Qué tienen en común estos versículos para describir el salario como derecho de sostenimiento? Primariamente es la comida y la bebida. Jack Fleming, pastor bautista, lo explica mejor:

¿Existe alguna contradicción cuando el Señor Jesucristo dice: "alimento" y Pablo cita: "salario"? Evidentemente que no, porque ambos expresan la misma idea, que el que trabaja es digno de su salario, es decir, de su comida, lo elemental para que viva austeramente desprovisto de los bienes materiales de este mundo que pueden llegar a transformarse en una carga, especialmente para los siervos de Dios; que fue algo similar a lo que ordenó a los sacerdotes levitas del Antiguo Testamento Nm.18:24 "Entre los hijos de Israel no poseerán heredad". Esto se aprecia claramente cuando el Señor envía a los setenta a predicar y les reitera, Lc.10:2, 7-8 "Y les decía: La mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante". Entonces ¿Por qué hoy solamente citan que "el obrero es digno de su salario" y omiten intencionalmente las palabras textuales del Señor? ¿"Su alimento"? La razón es muy simple, porque tuercen lo que ha dicho el Señor, que el siervo es digno de su comida, su alimento, y solamente quieren referirse "al salario", para poder incluir todas las demás añadiduras que hoy han introducido como legítimas de los "siervos del Señor", que en la mayoría de los casos son una burla de lo que realmente ha dicho el Señor, la comida, las necesidades básicas”. Por cuestiones fuertemente legales, la fuente es:http://www.estudiosmaranatha.com/mensajes/mensaje97.html

Y es cierto. Porque el SEÑOR Jesucristo indicó primeramente que no debían cargar en las bolsas de sus cintos oro, plata o bronce, que eran monedas comunes en el tiempo neotestamentario:

Algunas de las monedas mencionadas en el NT son traducciones del gr. d'náiron, drajme, leptón y mná (Mt. 22:19; Lc. 15:8, 9; 20:24; 21:2; 19:13; Mr. 12:15, 42).  Los primeros 2 términos se refieren a monedas de plata, griegas o romanas.  Estas, por lo general, llevaban  el busto del emperador y sus títulos en el universo (fig 169), y a menudo la imagen de un  genio o una deidad en el reverso. Tales representaciones hacían que fueran rechazadas por los judíos ortodoxos como ofrendas aceptables para el templo.  Por consiguiente, los judíos en tiempos de Cristo usaban monedas de cobre, acuñadas localmente, que llevaban inscripciones hebreas, pero no imágenes de criaturas vivientes. Por esta razón los cambistas estaban muy ocupados los días de fiesta en el atrio del templo (Mt. 21:12; Jn. 2:15), cambiando las monedas de plata que los 806 adoradores traían de otras regiones por las de circulación corriente con el templo.  Véanse Blanca; Cuadrante; Cuarto; Denario; Didracma; Dracma; Estater; Mina; Talento; Tetradracma” (11).

Esto con el fin de que no se lucrara con el evangelio. John MacArthur opina en su comentario sobre Mateo 10.8b (“de gracia recibisteis, dad de gracia”):

Jesús les estaba dando un gran poder, para sanar la enfermedad y levantar a los muertos. Si ellos hubieran dado estos regalos a cambio de dinero, ellos habrían hecho una gran fortuna. Pero esto habría oscurecido el mensaje de gracia que Cristo les había mandado llevar. Por esto, les prohibió exigir dinero a cambio de su ministerio. Sin embargo, les estaba permitido aceptar ayuda económica para cubrir sus necesidades básicas” (12).

El SEÑOR Jesús en uno de sus sermones más famosos, enseñó:

Mat 6:25-34 “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal” (Subrayado añadido).

Pero sí recibir sostenimiento de aquellos que quisieran brindarlo, por medio de una compensación alimenticia o financiera sin imposición. De hecho, es una costumbre de hospitalidad en aquel tiempo, que el anfitrión que ha recibido un huésped, le reciba con un trato especial y amistoso. Eso incluye a los apóstoles y evangelistas. En el caso de los ancianos mencionados en 1 Timoteo 5.17-18, el concepto es el mismo. Se trataba de ofrendas de comida, no siempre era de carácter monetario.

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FUENTE BIBLIOGRÁFICA:
(9) COMENTARIO EXEGÉTICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA, TOMO II: EL NUEVO TESTAMENTO, POR ROBERTO JAMIESON, A. R. FAUSSET Y DAVID BROWN. CASA BAUTISTA  PUBLICACIONES. PÁG. 629.
(10) COMENTARIO EXEGÉTICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA, TOMO II: EL NUEVO TESTAMENTO, POR ROBERTO JAMIESON, A. R. FAUSSET Y DAVID BROWN. CASA BAUTISTA  PUBLICACIONES. PÁG. 629.
(11) FUENTE WEB:
(12) BIBLIA DE ESTUDIO JOHN MACARTUHR, pág. 1265.