febrero 21, 2013

COMENTARIO SOBRE EL LIBRO DE LA VIDA (Apocalipsis 3:5; 22:19)


Texto a analizar:

Apocalipsis 3:5 “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”.

Apocalipsis 22:18-19 “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro (Apocalipsis). Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro (Apocalipsis)”.

COMENTARIO JAMIESON-FAUSSET-BROWN

Libro de la vida—de la ciudad celestial. Se guardaba en las ciudades antiguas un registro de sus ciudadanos: los nombres de los muertos, por supuesto, eran borrados. Así los que tienen un nombre que viven y están muertos (Mat_3:1), se borran de la lista de Dios de los ciudadanos celestiales y herederos de la vida eterna; no que en el decreto electivo de Dios hayan estado alguna vez en su libro de la vida. Pero, según los conceptos humanos, los que tenían buena fama de piedad se supondría que estaban en él, y estaban, con respecto a privilegios, efectivamente entre los que estaban en el camino de la salvación; pero dichos privilegios, y el hecho de que una vez podrían haber sido salvados, no les aprovecharán nada. Sobre el libro de la vida, véase 13:8; 17:8; 20:12, 15; 21:27; Exo_32:32; Psa_69:28; Dan_12:1. En el sentido de los llamados, muchos son alistados entre los llamados a la salvación que no serán hallados al fin entre los elegidos. El recinto de la salvación es más amplio que el de la elección. La elección es fija. La salvación está abierta a todos, y está pendiente (humanamente hablando) en el caso de los aquí mencionados. Pero el 20:15 y el 21:27 exhiben el libro de los elegidos solos, borrados ya los demás”.

Mi comentario: Es decir, que el libro de la vida incluye los nombres de todos, pero en realidad los que no serán borrados son los elegidos; sin embargo, la proclamación del evangelio es para todos sin excepción, pero solo los elegidos creen. Los que son muertos espiritualmente, son borrados, los vivos en Cristo permanecen en el libro de la vida. De eso se refiere. No se trata de una pérdida de la salvación, sino de quiénes son salvos y quiénes no, y los que no, dentro de nuestro marco temporal, son borrados porque están muertos.

De ahí, que en 22:19, habla de personas que no han creído en Cristo y han desechado las palabras del libro. De hecho, si te fijas, solo se quedan corto con el asunto del libro, el borrar el nombre del libro, implica no entrar en el privilegio de ser miembro de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro (no el libro de la vida, sino el de la profecía = las promesas de herencia para los redimidos en Apocalipsis, compara referencia contextual del vers. 9 dentro del capítulo 22). Se entiende que los injustos son los que añaden y omiten el libro de la profecía (Apocalipsis) porque no desean ni aman la venida del SEÑOR y se complacen en el pecado. Veamos el contexto, pues quienes no entran son:

Apocalipsis 22:15 “Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira”.
 
Además, toma en cuenta que a ellos les vienen las plagas que ya en Apocalipsis 9:18, 20; 15:1, 6 y 8; 16:9; 18:4, 8; 21:9; si checas este contextos, quienes reciben las plagas descritas en este libro profético serán los injustos, no los salvos; estos injustos son los que añadirán (u omitirán) el libro de la profecía, como lo hacen hoy los falsos profetas que no enseñan la venida de Cristo y demás doctrina apocalíptica, escatológica y mesiánica.