Hebreos 6:4-12: “4 Porque es
imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y
fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, 5 y asimismo gustaron de la buena
palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, 6 y recayeron, sean otra vez
renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de
Dios y exponiéndole a vituperio.
EL CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL DE
LA EPÍSTOLA A LOS HEBREOS
He aquí algunos datos, procedentes de
la Biblia de Estudio John MacArthur, Introducción a la Epístola a los Hebreos,
pág. 1747-1749:
· La
Epístola a los Hebreos es un estudio de contraste, entre las provisiones
imperfectas e incompletas del Antiguo Pacto, dadas bajo Moisés, y las
provisiones infinitamente mejores del Nuevo Pacto, ofrecido por el Sumo
Sacerdote perfecto, el unigénito Hijo de Dios y el Mesías; Jesucristo.
· La
generación de hebreos recibiendo esta epístola habían practicado los
sacrificios levíticos en el templo de Jerusalén. Judíos viviendo en el exilio
habían sustituido la sinagoga por el templo pero aún sentían una profunda
atracción por la adoración del templo.
· El
uso del tiempo presente (Léase Hebreos 5.1-4; 7:21, 23, 27, 28; 8.3-5, 13;
9.6-9, 13, 25; 10.1, 3, 4, 8, 11 y 13.10-11), podría indicar que el sacerdocio
levítico y el sistema de sacrificios aún estaban en operación cuando la
epístola estaba compuesta. Debido a que el templo fue destruido por el general
(más tarde emperador) Tito Vespasiano en el año 70 d.C., la epístola debió
haber sido escrita antes de esa fecha. Además puede notarse que Timoteo acababa
de ser liberado de la prisión (Léase Hebreos 13.23) y que la persecución estaba
volviéndose severa (Léase Hebreos 10.32-39; 12.4; 13.3). Estos detalles parecen
indicar una fecha para la epístola alrededor del 67-69 d.C.
· Para
una interpretación apropiada de esta epístola, se requiere el reconocimiento de
que se dirige a tres grupos distintos de judíos.
1. Creyentes
2. Incrédulos
que estaban intelectualmente convencidos del evangelio
3. Incrédulos
que estaban atraídos por el evangelio y la Persona de Cristo, pero que no
habían llegado a una convicción final acerca de Él
EL CONTEXTO QUE ANTECEDE AL PASAJE DE
HEBREOS 6.4-6
Heb 5:11-14 “Acerca de esto
tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho
tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo,
tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros
rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis
necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la
leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento
sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen
los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”.
Heb 6:1-3 “Por tanto, dejando ya
los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no
echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe
en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección
de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos, si Dios en verdad lo
permite”.
Hebreos 5.11-14 Describe la situación
de algunos hebreos que han sido atraídos al evangelio, pero no han tomado la
convicción de crecer. Se les habló mucho sobre acerca de Jesucristo, su
presencia y profecías sobre su persona a lo largo de las Escrituras, se les
predicó sobre su necesidad de salvación, y ni aun así pueden avanzar más allá
de ese conocimiento inicial. Además, algunos eran tentados a regresar a los
ritos de la Ley y su sistema de sacrificios. Recuerde que en esa época el NT
todavía no había sido compilado en su totalidad, y para demostrar las doctrinas
de la Gracia los apóstoles y discípulos exhortaban con las Escrituras del AT.
Luc 24:44 “Y les dijo: Estas son
las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se
cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y
en los salmos”.
2Ti 3:14-15 “Pero persiste tú en
lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que
desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer
sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”.
Heb 1:1-2ª “Dios, habiendo hablado
muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo”.
Por ello, el autor de Hebreos, bajo
la inspiración del Espíritu Santo, escribió una epístola de contraste, la
superioridad de Cristo sobre todo el sistema levítico y de sacrificios. Para
con ello demostrar y profundizar aún más el misterio de Cristo y Su obra de
redención. En los hebreos, de este grupo que no han madurado, eran tardos para
oír, tardos para avanzar, estudiar y crecer en las verdades adicionales a los que
el autor de la epístola quiere introducir, aludiendo, que después de tanto
tiempo de escuchar las verdades del evangelio, debieran haber creído y ser
maestros con las Escrituras a la mano acerca de las verdades fundamentales de
Jesucristo y la Salvación. Pero aún eran niños, y los niños no disciernen lo
que es bueno y lo que es malo, no refiriéndose en el aspecto de distinguir el
bien y del mal, sino, según el contexto, de distinguir lo bueno que es
Jesucristo, el camino por excelencia de la Gracia, y lo que es malo, la
autosuficiencia del hombre y su rechazo a la persona de Jesucristo.
Jua 3:17-20 “Porque no envió Dios
a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por
él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y
esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron
más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel
que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no
sean reprendidas”.
Y ahora, sobre Hebreos 6.1-3, el
autor de la epístola escribe “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la
doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección”… en primer lugar, “dejar”,
no significa abandonar, sino que es una exhortación a avanzar en la fe y en las
demás doctrinas de Jesucristo. En segundo lugar, los rudimentos de la doctrina
de Cristo son:
· El
arrepentimiento de obras muertas. Esta forma de arrepentimiento propia
del AT consiste en apartarse por completo de las obras malignas que acarrean la
muerte (Leáse Ezequiel 18.4 y Romanos 6.23) y volverse a Dios. Pero es sabido
que el judío (como el gentil) tiene esa tendencia natural de apostatar, y con
demasiada frecuencia se volvía a Dios por medio de la Ley, a pesar de que en su
interior está muerto. Por ello, el Nuevo Pacto es mejor, pues el
arrepentimiento incluye la fe en el SEÑOR Jesucristo como único medio de
salvación y de la Gracia de Dios.
· La
fe en Dios. Una fe dirigida al Padre, involucra la fe, primeramente,
en Jesucristo (Léase Hechos 4.12).
· La
doctrina de bautismos. La palabra “Bautismos”, en griego, es “Lavamientos”,
por lo cual, una traducción correcta sería “Abluciones” (Compárese con
Hebreos 9.10). Esto no refiere al bautismo cristiano, ya que la palabra se
halla en plural y sólo hay un bautismo (Léase Efesios 4.5). en el sistema
levítico había muchas limpiezas ceremoniales que eran señales externas de la
limpieza de corazón (Léase Éxodo 30.18-21; Levítico 16.4, 24, 26, 28; Marcos
7.4, 8). En el Nuevo Pacto requería un lavamiento interior para el nuevo
nacimiento (Léase Tito 3.5).
· La
imposición de manos. Bajo el Antiguo Pacto, la persona que traía un
sacrificio ponía sus manos sobre él, para simbolizar su identificación como
beneficiario de la sustitución por el pecado (Léase Levítico 1.4; 3.8, 13;
16.21).
· La
resurrección de los muertos. Los fariseos creían el a resurrección de
los muertos (Léase Hechos 23.8).
· El
juicio eterno. También los fariseos creían en el juicio de Dios
(Santiago 2.10-11; Romanos 2.1-16; 3.9-20).
En vista de los rudimentos de la
doctrina de Cristo, todos ellos estaban basados en las Escrituras del AT. Es
posible, que entre los hebreos a quienes se destina la epístola, haya habido
fariseos; debido a la mención de la resurrección de los muertos y el juicio
eterno.
EL CONTEXTO DEL LÉXICO GRIEGO DE
HEBREOS 6.4-6
Seré franco con usted. Este pasaje es
difícil de interpretar, y el único modo de hacerlo es dejando que la Palabra de
Dios hable por sí misma. Considero, que el problema no es la versión original
en griego, sino la traducción, pues, en el español, las palabras están
limitadas, pero en el idioma griego, su vocabulario es mucho más amplio.
Prevenido, para ambos, de esta dificultad, analicemos lo que dice en su versión
original en griego sobre este pasaje.
Hebreos 6:4-12: “4 Porque es
imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don
celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, 5 y asimismo gustaron
de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, 6 y recayeron,
sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí
mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.
Vamos a la versión en griego:
4 αδυνατον γαρ τους απαξ φωτισθεντας γευσαμενους τε της δωρεας της επουρανιου
και μετοχους γενηθεντας πνευματος αγιου
5 και καλον γευσαμενους θεου ρημα δυναμεις τε μελλοντος αιωνος
6 και παραπεσοντας παλιν ανακαινιζειν εις μετανοιαν ανασταυρουνταςεαυτοις τον υιον του θεου και
παραδειγματιζοντας
Ahora, analicemos por palabra, el
significado de cada una de ellas, refiriéndose primeramente a los hebreos, destinatarios
de la epístola, y la aplicación práctica en el presente:
Fueron iluminados
En el griego textualmente dice: φωτισθεντας (G5461)
“Habiendo sido iluminados”. La oración que le sigue es “De una vez
por todas”.
Iluminados, Fotízo (G5441, viene de
G5457): Emitir rayos, i.e. brillar o (transitivamente) iluminar (literalmente o
figurativamente): iluminar, sacar a luz, aclarar, alumbrar, resplandor.
La iluminación, en este contexto, se
refiere a la iluminación del evangelio. Es decir, sacar a luz las verdades y
profecías sobre la Persona del Hijo de Dios que vendría al mundo para salvación
de los pecadores, y esto, por medio de las Escrituras del AT.
Jua 1:9 “Aquella luz verdadera,
que alumbra a todo hombre, venía a este mundo”.
Efe 1:18 “Alumbrando los ojos de
vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha
llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”.
Pero conocimiento y entendimiento del
evangelio no significa salvación. A lo largo del ministerio del SEÑOR
Jesucristo en la tierra, miles de personas han sido expuestos a las verdades
del evangelio. Pero pocos las han aceptado. Por ejemplo, cuando Jesús habló
sobre la consistencia en comer su carne, y beber su sangre, que implica
simbólicamente en creer en Él, muchos de sus discípulos le abandonaron.
Jua 6:60-69 “Al oírlas, muchos de
sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo
Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os
ofende? ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que
yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no
creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y
quién le había de entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir
a mí, si no le fuere dado del Padre. Desde entonces muchos de sus
discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces
Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón
Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y
nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente”.
Otro ejemplo: Herodes Agripa. En el
capítulo 26 de Hechos, el apóstol Pablo argumenta su defensa ante Herodes
Agripa; a quien se le testifica su conversión y el evangelio.
Hch 26:24-29 “Diciendo él estas
cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo; las muchas
letras te vuelven loco. Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino
que hablo palabras de verdad y de cordura. Pues el rey sabe estas cosas, delante
de quien también hablo con toda confianza. Porque no pienso que ignora nada de
esto; pues no se ha hecho esto en algún rincón. ¿Crees, oh rey Agripa,
a los profetas? Yo sé que crees. Entonces Agripa dijo a Pablo: Por
poco me persuades a ser cristiano. Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por
poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen,
fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!”
He ahí la diferencia, todos estos
habían sido iluminados, pero no todos aceptaron las verdades del evangelio.
Incluyendo a Herodes Agripa. En el caso de los hebreos, es igual. Algunos
hebreos no convencidos entre los creyentes habían entendido las verdades
fundamentales del evangelio y los rudimentos de la doctrina de Cristo, pero no avanzaron
más allá por cuanto no habían creído todavía.
Como una aplicación en el presente,
es igual: Muchos conocen el evangelio, lo entienden, lo asimilan, pero no
creen. En mi país, México, está el caso de un erudito llamado Ernesto de la
Peña, que es escritor, lingüista, políglota y académico. Tradujo directamente
del griego los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan; pero él no se
considera cristiano, ni cree en Jesucristo. Puede cerciorarse de ello en su
sitio web: http://ernestodelapena.blogspot.mx/
Gustaron del don celestial
En el griego, la palabra “Gustar”
dice: γευσαμενους (G1089) “Habiendo gustado”; la oración que
le sigue es: “De la dádiva gratuita y celestial”.
Gustar, Geúomai (G1089): verbo
primario probar, saborear; por implicación comer; figurativamente experimentar
(bien o mal): comer, gustar, probar, sufrir.
Es decir, los hebreos probaron,
experimentaron, saborearon el don celestial.
Ejemplos bíblicos:
Cristo gustó la muerte sólo por un
momento, y no fue una experiencia continua ni permanente:
Heb 2:9 “Pero vemos a aquel que
fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de
honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de
Dios gustase la muerte por todos”.
Todos los hombres experimentan la
bondad de Dios, pero no todos son salvos:
Mat 5:45 “para que seáis hijos de
vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y
buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”.
Hch 17:25 “ni es honrado por manos
de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y
aliento y todas las cosas”.
Ahora, ¿A qué se refiere a don
celestial? Bueno, en general a todas las bendiciones que Dios nos da, en el
contexto, bien pudo haber sido el ministerio de milagros, sanidades y
liberaciones demoniacas.
Heb 2:2-4 “Porque si la palabra
dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia
recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una
salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el
Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios
juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y
repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad”.
Este don celestial, en si es una
dádiva gratuita que da el Padre, como en los pasajes que se citó anteriormente
de Mateo 5.45, y Hechos 17.25.
Por ejemplo, el caso de los 10
leprosos:
Luc 17:11-19 “Yendo Jesús a
Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le
salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y
alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando
él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que
mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había
sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en
tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús,
dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No
hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate,
vete; tu fe te ha salvado”.
Los diez leprosos eran sanados, pero
sólo uno fue salvo.
En una aplicación presente, ¿Cuántos
recibieron sanidades, milagros, liberaciones demoniacas, dentro de los lineamientos
bíblicos, y fueron salvos? Incluso hasta pretextan que el origen de las
sanidades y milagros provienen de los “santos” o de la “virgen María”
de la iglesia católico-romana. Mas ¿Qué dice la Palabra de Dios?
Stg 1:17 “Toda buena dádiva y todo
don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el
cual no hay mudanza, ni sombra de variación”.
Por tanto, recibir y experimentar el
don espiritual, no significa que los hebreos sean salvos. Al menos no en ese
punto de la epístola.
Fueron hechos partícipes del Espíritu
Santo
En el griego la palabra “Participes”
es μετοχους (G3353); la oración completa es “Habiendo llegado a ser
participantes del Espíritu Santo”.
Partícipes, Métojos (G3353; de
G3348): Participante, i.e. (como sustantivo) que tiene parte; por implicación
asociado: compañero, participante, partícipe.
Esto posiblemente refiera a varios
factores:
a) En el ministerio de milagros
ejercido por el poder del Espíritu Santo.
Heb 2:2-4 “Porque si la palabra
dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia
recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una
salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el
Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios
juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y
repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad”.
Además, no todos los que hacen
milagros, sanidades y expulsión de demonios son salvos. He aquí la prueba
escritural:
Mat 7:21-23 “No todo el que me
dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad
de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad”.
No necesariamente son dones
espirituales los que operan en los apostatas (como vemos hoy en día con los
falsos apóstoles, falsos maestros, falsos profetas y falsos ungidos), pues, el
pasaje anterior elude, más bien, a la autoridad del SEÑOR en Su nombre para
ejercer tales señales como la sanidad y los milagros. Es una observación
personal mía, que yo invito a escudriñar seriamente.
El PS. Miguel Rosell, de la Iglesia
del Rey Jesucristo, Madrid, España; cuenta el siguiente breve testimonio en su
libro La Seguridad de la Salvación, pag. 16:
“Yo conocí a un creyente que tenía
el ministerio de echar fuera demonios de las personas, y lo hizo por años, ¡Los
mismos que vivió en práctica de adulterio!”.
b) El ministerio de convicción del
Espíritu Santo (Léase Juan 16.8), el cual puede ser resistido sin experimentar
la salvación (Compárese Hechos 7.51).
Jua 16:8 “Y cuando él venga,
convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”.
Hch 7:51 “¡Duros de cerviz, e
incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu
Santo; como vuestros padres, así también vosotros”.
Aquí Esteban confronta a los fariseos
que lo querían martirizar. Y ellos se resistieron a creer en el evangelio y las
verdades sobre Jesucristo y la redención, rechazando la convicción de pecado en
sus vidas. Ellos no creían no porque les faltaran pruebas de la legitimidad de
Cristo como Hijo de Dios, sino que no lo quisieron recibir y le negaron. En
otras palabras, no fue por duda sino por negación, con la cual resisten al
ministerio de convicción del Espíritu Santo. Y Jesucristo lo reiteraba en
varias ocasiones:
Jua 5:40 “Y no
queréis venir a mí para que tengáis vida”.
Jua 5:43 “Yo he venido en nombre
de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre,
a ése recibiréis”.
Jua 5:47 “Pero si no
creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?”
Aquí si es una referencia a los
apóstatas, que rechazan deliberadamente a Jesucristo como SEÑOR y Salvador.
En el caso de los hebreos, ellos se
congregaban y pudieran estudiar juntos las Escrituras, o hayan sido testigos de
operaciones de milagros y señales, hecho por manos de los apóstoles o
evangelistas, pero eso no significa que todos eran salvos.
En la aplicación presente, en una
congregación, todos participan de la alabanza, de la predicación de la Palabra,
incluso de algunos milagros otorgados por gracia de Dios. Pero no todos son
salvos. Ir a la iglesia, escuchar la Palabra, cantar alabanzas para el SEÑOR,
no son evidencias de salvación.
Gustaron de la buena Palabra de Dios
y de los poderes del siglo venidero
En el griego, la misma referencia a
la de “gustaron el don celestial” la palabra “Gustar”
dice: γευσαμενους (G1089) “Habiendo gustado”; la oración que
le sigue es: “De la excelente declaración de Dios y de los poderes de la
edad que están por venir”.
Gustar, Geúomai (G1089): verbo
primario probar, saborear; por implicación comer; figurativamente experimentar
(bien o mal): comer, gustar, probar, sufrir.
a) Gustaron de la Palabra de Dios.
Hemos visto por el contexto que
antecede a Hebreos 6.4-6, es decir, Hebreos 5.11-4 y 6.1-3; que los
destinatarios de esta epístola han escuchado y comprendido las verdades
esenciales de la sana doctrina de Cristo; pero que no avanzaron más allá de
ello, ni se han depositado su fe en Él.
b) Gustaron de los poderes del siglo
venidero.
Anexo un comentario de William
Barclay, de Su Comentario al Nuevo Testamento de William Barclay, versión para
E-Sword:
“Los judíos creían que el tiempo
se dividía en dos eras: la era presente (ho nyn aión), que era totalmente mala,
y la era por venir (ho mellón aión), que sería totalmente buena. Algún día Dios
intervendría; vendría una sacudida destructora, y el Día del Señor. Entonces
terminaría esta era presente, y empezaría la era por venir. Pero el cristiano
saborea ya, aquí y ahora, las bendiciones de la era por venir, del Reino de
Dios. Aun en el tiempo prueba, saborea ya anticipadamente la eternidad”.
Además, el cristiano también espera
la segunda venida de Cristo, su plena manifestación, la resurrección de los
muertos y la vida eterna. Son promesas que gozamos de Dios.
Tomando en cuenta por contexto, los
no convencidos por el evangelio también conocían estas promesas, las probaron,
por una parte del conocimiento de las Escrituras del AT, y por la otra, las
revelaciones que daba el Espíritu Santo por medio de los profetas durante la
conformación del canon del NT.
Otra aplicación en el presente, es
similar al punto anterior, hay quienes se congregan en las iglesias y disfrutan
del mensaje del evangelio, pero no son convencidos. Disfrutan de las promesas
de Dios, pero no son depositarios de ellas. Pero tener disfrutar de la
predicación de la Palabra o tener conocimiento de las Promesas de Dios para los
que creen, no significa que sean salvos.
Y recayeron
En el griego, la palabra “recayeron”
es παραπεσοντας (G3895) y se traduce como “habiendo caído al lado de”.
Parapípto (G3895, de G3844 y G4098):
caer al lado, i.e. (figurativamente) apostatar: recaer.
John MacArtuhr comenta sobre este
versículo en su Biblia de Estudio, pág. 1759 que este término griego solo
ocurre aquí en el NT. En la LXX (La versión griega del AT) se empleó para
traducir términos relacionados con la apostasía e infidelidad extremas, por
ejemplo:
Eze 14:13 “Si un país peca contra
mí y me es infiel, yo levantaré la mano para castigarlo y le
quitaré sus provisiones de alimento; enviaré hambre sobre él, y haré que mueran
hombres y animales” (Versión DHH).
Eze 18:24 “Pero si el justo deja
de actuar rectamente, y hace todo lo malo y detestable que hace el malvado,
¿piensan ustedes que habrá de seguir viviendo? yo no volveré a acordarme de
todo lo bueno que haya hecho: morirá por culpa de su infidelidad y
de sus pecados” (Versión DHH).
Eze 20:27 “Y tú, hombre, diles a
los israelitas: 'Esto dice el Señor: También los padres de ustedes me han
ofendido; me han sido infieles” (Versión DHH).
Recaer, como dicta su significado
primario, “cayendo de lado de…”, es una referencia a que un pecador de
sale del camino para encontrarse con Jesucristo. Es una referencia a la
parábola del sembrador:
Mat 13:19 “Cuando alguno oye
la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo
que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto
al camino”.
Jua 14:6 “Jesús le dijo: Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
Esta palabra, recaer, también tiene
el sentido de apostatar, de no volverse a Dios, de caer y no levantarse nunca.
Es mucha diferencia con el verdadero cristiano, ya que a éste lo guarda el
SEÑOR:
Pro 24:16 “Porque siete veces cae
el justo, y vuelve a levantarse; más los impíos caerán en
el mal”.
Jud 24 y 25 “Y a aquel
que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de
su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea
gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén”.
Ya hemos mencionado que el que hace
lo malo, rechaza la luz de Cristo para que sus obras no sean reprendidas.
En el caso de los hebreos, algunos
querían retornar al sistema levítico y todas sus prácticas, por causa de la
persecución; sin considerar las consecuencias de rechazar la Gracia de Dios
manifestada en Cristo Jesús para redención y justificación. Eso es lo que se
llama caer de la Gracia (Gálatas 5.4), no que la hayan perdido (o en el tema
que nos ocupa: la salvación), sino que se volvieron de ella para justificarse
por medio de las obras sin Jesucristo.
Gál 2:21 “No desecho la gracia de
Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió
Cristo”.
Si estos hebreos se apartaran definitivamente
de Cristo, es evidencia de que nunca fueron de Él.
Sean renovados otra vez para
arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y
exponiéndole a vituperio
La palabra griega “renovados”
es ανακαινιζειν G340: se traduce “Estar renovando” y la
oración siguiente es: “Un cambio de disposición mental hacia a dentro;
empalando otra vez ellos mismos al Hijo de Dios y exhibiéndolo publicamente”.
Renovados, Anakainízo (G340, de G303
y un derivado de G2537): de restaurar: renovar.
Ser renovado, es distinto de ser
regenerado o nacido de nuevo. Este término no implica una fase de la salvación.
Según un diccionario digital,
restaurar es: “Volver de una cosa al estado o circunstancia en que se
encontraba antes”.
Es decir, se podría dar a entender,
que los que rechazan a Cristo definitivamente, no pueden volver a estar
dispuestos a cambiar mental e interiormente a causa de Él; en otras palabras,
no estarán dispuestos al arrepentimiento.
La idea aquí es que habiendo conocido
todas las evidencias a favor de la Persona de Cristo, y la rechazaron para no
volverse a Él, tomándose esto como un grave pecado de apostasía y que no tienen
ninguna posibilidad de arrepentimiento o alcanzar perdón. Con esta actitud de
infidelidad están declarando ineficaz la obra de Jesucristo en la cruz y, por
lo tanto, se obstinan en ser todavía enemigos de Dios y de Cristo.
Rom 5:10 “Porque si siendo
enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho
más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.
Flp 3:18-19a “Porque por ahí andan
muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que
son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición”.
Col 1:21a “Y a vosotros también, que
erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras”.
Heb 10:26-29 “Porque si pecáremos
voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no
queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio,
y de hervor de fuego que ha de devorara los adversarios. El que viola la
ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere
irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare
al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue
santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?”.
En un brevísimo comentario de este
último pasaje bíblico, el “santificado” no es el apóstata, sino Cristo.
Ahora, este versículo aclara que Dios castigará a los enemigos de la Cruz de
Cristo (los adversarios de Hebreos 10.26-29), por cuanto no han obedecido al
evangelio.
Jua 3:18 “El que en él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha
creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”.
Estos enemigos o apóstatas han hechos
afrenta al “Espíritu de Gracia”, que es el Espíritu Santo, resistiendo
su ministerio de convicción de pecado.
En el caso de los hebreos, esta es
una advertencia sobre apostatar de Jesucristo, la cual si se volvían de Él, con
todo el conocimiento pleno de Su Persona y Obra redentora en la cruz del
Calvario, y con todas las experiencias espirituales que pudieron haber
participado, y rechazan a Cristo deliberadamente como conclusión de que no es
necesario aceptar Su Señorío y Salvación, no hay modo de que tengan esperanza
de que sean salvos, por cuanto no han querido arrepentirse.
Como aplicación en el presente, ¿A
cuántos no hemos conocido gente que conocen todo la verdad del evangelio y
niegan el don de la salvación? ¿Cuántas veces hemos predicado a parientes y
amigos y todavía no se arrojan a los pies de Cristo porque están cerrados
deliberadamente al evangelio? ¿Cuántos de ellos pretextan: “Yo tengo mi
religión”, “Yo tengo a mi virgencita”, “Yo creo en Dios y con eso
basta” o “Los Testigos de Jehová es la única organización que salva”?
¿No hemos conocido personas así? Y aun así es nuestro deber predicar el
evangelio:
Mar 16:15 “Y les dijo: Id por todo
el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.
1Co 9:16 “Pues si anuncio el
evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay
de mí si no anunciare el evangelio!”
Sé de una historia real sobre una
joven que originalmente se congregaba en una iglesia de judaizantes, haciéndose
llamar “mesiánicos”. Pero, un tiempo después, desertó de esa iglesia. Un
amigo mío y compañero en la defensa de la fe y del evangelio, le predicaba y le
exhortaba a esta chica, y con paciencia y mansedumbre le señalaba las verdades
escriturales del SEÑOR en Su Palabra. Hasta hace poco me enteré que volvió a
congregarse, pero en esta ocasión, con un grupo de colonos judíos. Estos, como
los fariseos del tiempo de Jesucristo, le enseñaron que ellos conocían al
verdadero Dios de las Escrituras, y que Jesucristo y el cristianismo son una
invención de los hombres, y que las Escrituras del NT son modificaciones hechas
por los apóstoles. Mi amigo, al enterarse de ello por vía Facebook, sintió
tristeza en su corazón (igual yo al enterarme de este asunto). Él le recomendó
que leyera la Biblia personalmente, escudriñándola, tratar de entender lo que
significa el Nuevo Pacto, las Doctrinas de la Gracia, revisar si Jesucristo
cumplió con las señales que acompañarían al Mesías, y orar mucho al SEÑOR en
busca de Gracia y entendimiento. Dios tenga misericordia.
EL CONTEXTO QUE SUCEDE AL PASAJE DE
HEBREOS 6.4-6
Heb 6:7-9 “Porque la tierra que
bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a
aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que
produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin
es el ser quemada. Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de
cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así”.
La metáfora de la lluvia que cae
sobre la hierba
Esta metáfora tiene la misma
connotación que la Parábola del sembrador. Cuando Jesús explica lo que
significa las cuatro semillas que cayeron.
Mat 13:3-9 “Y les habló muchas
cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y
mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las
aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y
brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se
quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los
espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y
dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que
tiene oídos para oír, oiga”.
Mat 13:18-23 “Oíd, pues, vosotros
la parábola del sembrador: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la
entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón.
Este es el que fue sembrado junto al camino. Y el que fue sembrado
en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;
pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la
aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. El que fue
sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este
siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Más el
que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y
da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno”.
Sólo el que escuchó la Palabra (el
evangelio) da fruto. Los otros tres, el de junto al camino, el de pedregales y
el de entre espinos, no dieron ningún fruto.
Ahora, volviendo a Hebreos 6.7-8,
recapitulando lo que hemos revisado sobre Hebreos 6.4-6; ambas “hierbas”
recibieron la lluvia. En una analogía, ambos grupos, creyentes e incrédulos,
recibieron la “lluvia” (las bendiciones de Dios): la Palabra de Dios, el
mensaje de salvación, los milagros, señales y maravillas; pero sólo los que
creyeron en la Palabra del evangelio produjeron “hierba provechosa a
aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios”. Esto es
fruto. Pero los que no creyeron, son la hierba “que produce espinos y
abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada”.
Estos no dieron fruto y su fin es la condenación.
Los amados que pertenecen a la
salvación
Como última revisión, anexo el
comentario de Jamieson-Fausset-Brown, para versión E-Sword, sobre Hebreos 6.9:
“Dicho a propósito aquí; el AMOR
hacia vosotros me impele a las fuertes amonestaciones que acabo de hacer, no
porque abrigue pensamientos desfavorables hacia vosotros; al contrario, espero
de vosotros “mejores cosas”; Griego, “las cosas que son mejores”; que
no lleváis espinos en vez de frutos, ni estáis cercanos de maldición, ni
prontos a ser abrasados, sino que sois herederos de la salvación de acuerdo con
la fidelidad de Dios (v. 10)”.
Estos “amados” son los
referidos a los inmaduros que no han crecido espiritualmente de Hebreos
5.11-14. Esto indica, que todo lo referente a Hebreos 6.4-6, fue una advertencia
en contra de la apostasía, describiendo gráficamente la actitud de infidelidad
que estos no regenerados actúan contra Jesucristo. Por ende, el autor de la
Epístola a los hebreos, está convencido y seguro de que estos “amados” son para
salvación, pues, a pesar de ser tentados a volver a los rudimentos de la Ley,
son exhortados a no hacerlo porque tienen toda la evidencia de ser de Cristo. Y
la seguridad de que estos hebreos sean ordenados para vida eterna proviene de
la evidencia de sus obras como evidencia de la salvación y del nuevo
nacimiento.
Heb 6:10 “Porque Dios no es
injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis
mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”.
EN CONCLUSIÓN: ¿CÓMO DEBE ENTENDERSE
HEBREOS 6.4-6?
Podríamos explicar así:
Los hebreos, han sido enseñados en la
doctrinas de Cristo, y están siendo tentados a abandonar la fe en Él,
regresando al sistema levítico, por causa de la persecución de Tito Vespasiano.
Pero se les exhorta a no claudicar, sino perseverar, por cuanto ellos
evidenciaron su fe por medio de los frutos y de las obras. El autor de la
epístola, explica que los apóstatas, también son enseñados, experimentan las
bendiciones de Dios, algunos fueron sanados, les han liberado de demonios o
recibieron algún milagro, participan en la congregación escuchando las
enseñanzas de la Palabra de Dios, les agradan las promesas respecto al mundo
venidero cuando regrese el SEÑOR Jesucristo; pero ellos aún persisten en ser
enemigos de Él, negando su obra redentora, desechándolo Su Señorío, no
queriendo arrepentirse de sus pecados ni de su modo corrupto de vivir y no
produciendo frutos ni buenas obras que evidencie su fe.
Espero que este humilde comentario
haya despejado dudas sobre si este pasaje bíblico es un aval para argumentar
que la salvación se pierde o no. Como hemos estudiado, este texto no se refiere
a cristiano perdiendo a la salvación, sino, más bien, es la descripción de que
los apóstatas, que nunca fueron de Cristo y no están fundados en Él, viven
enemistados contra Él y Su preciosa obra de salvación.