febrero 21, 2013

LA SEPTUAGNITA (LXX) O EL ANTIGUO TESTAMENTO GRIEGO (2da. Parte)

-El origen de la Septuaginta o la LXX (2da. Parte)

La Biblia “Septuaginta” contiene los 24 libros que conforman el canon del “Tanaj” (Biblia hebrea-aramea), los cuales, ordenados según la usanza griega, reparticionados y llegando a un total de 39, constituyen los textos más comúnmente aceptados del AT de las Biblias (católica, ortodoxa, protestante, etc.).

Además de los textos del “Tanaj” o Biblia hebrea, la Biblia “Septuaginta” incluye algunos otros que no son incluidos en aquélla, pero sí en ésta. Estos textos reciben varias nomenclaturas:

• Las iglesias cristianas ortodoxas los llaman “anagignoscomenos”.
• La iglesia católica romana los llama “deuterocanónicos”.
• La mayoría de grupos protestantes actuales los llaman “apócrifos”.

En otra nota futura se explicará las razones del rechazo de dichos libros.

Los libros apócrifos / deuterocanónicos (“Segundo canon”) son (1):

• El Libro de Tobías o Tobit
• El Libro de Judit
• Las "adiciones griegas" al Libro de Ester
• El Libro de la Sabiduría
• El Libro del Eclesiástico, Sirácida o Sirácides
• El Libro de Baruc
• La Carta de Jeremías (Baruc 6)
• Las "adiciones griegas" al Libro de Daniel
• La Oración de Azarías (Daniel 3:24-50)
• El Himno de los tres jóvenes (Daniel 3:51-90)
• La Historia de Susana (Daniel 13)
• La Historia de Bel y el Dragón (Daniel 14)
• El Libro I de los Macabeos
• El Libro II de los Macabeos

Estos libros no inspirados fueron incorporados al texto de la Biblia por maestros judíos de habla y cultura griega de los Siglos II y I a.C., y usados desde entonces, y en siglos subsecuentes, por las comunidades judías de habla griega, y, en siglos sucesivos; pues la mayoría son reconocidos e incluidos hasta la actualidad por todas las iglesias cristianas ortodoxas, y también por la iglesia católica romana. Algunas importantes ramas del protestantismo, como los luteranos, anglicanos y episcopalianos, incluyen estos libros en sus Biblias, y los consideran lecturas recomendables ricas en enseñanzas, aunque no como textos de autoridad normativa, dogmática o inspirada por Dios (2).

Según la maestra bíblica Alice E. Luce, comenta: “Es probable que en el original de esta versión no fueron incluidos, sino la LXX era una traducción en griego del hebreo solamente de los 39 libros que ahora tenemos en el AT” (3).

Basado en la afirmación anterior, la traducción de la LXX se completó en el siglo I d.C. Así lo confirma la autorizada pluma del jesuita Sebastián Bartina, papirólogo reconocido, quien afirma que el proceso de la traducción de los libros la Biblia hebrea se completó entre la parte final del siglo II a.C. y la primera mitad del siglo I d.C. Según este autor, durante ese lapso de formación de la LXX también se llevó a cabo “la redacción directa en lengua griega de ciertas obras deuterocanónicas [los libros que venimos llamando apócrifos] y apócrifas” (Enciclopedia de la Biblia [Ediciones Garriga], t. VI, columna 612) (4).

(Opinión del redactor: Qué curioso que un papirólogo jesuita reconozca que dichos libros no son inspirados por Dios ni poseen la misma autoridad como el resto de los libros del canon original).

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FUENTE BIBLIOGRÁFICA:
(1) y (4) Fuente electrónica: http://eltextobiblicoat.blogspot.mx/2007/01/1700-los-apcrifos-y-la-septuaginta-lxx.html
(2) Fuente electrónica: http://es.wikipedia.org/wiki/Septuaginta
(3) “HERMENÉUTICA / INTRODUCCIÓN BÍBLICA”; Capítulo IV: “El canon de las Escrituras”; E. Lund y Alice E. Luce. Editorial VIDA, Miami, Florida. Edición 1975, 2001. Pág. 147.