a) Información básica sobre las
genealogías
Respecto a las genealogías
presentadas en la Biblia, revisemos el contexto y propósitos de ellas.
Transcribo unos datos interesantes sobre Moisés y el uso de las genealogías
descritas en el libro de Génesis.
Por principio, Moisés fue el escritor del Pentateuco. De ello hay
evidencia interna en las escrituras; por ejemplo: Éxodo17:14; 24:4-7; 34:27;
Números 33:2; Deuteronomio 31:9, 22, 24; Josué 1:7-8; 8:32-34; Jueces 3:4; I
Reyes 2:3; II Reyes 14:6; 21:8; II Crónicas 25:4; Esdras 6:18; Nehemías 8:1;
13:1; Daniel 9:11-13; Mateo 8:4; 19:7-8; Marcos 7:10; 12:26; Lucas 24:27,44;
Juan 5:46-47; 7:19; Juan1:17; Hechos 6:14; 13:39; 15:5; I Corintios 9:9; II
Corintios 3:15; Hebreos10:28; etc. (1)
“Génesis narra eventos históricos que ocurrieron antes de que Moisés
naciera. Él pudo haber tenido acceso a registros de los patriarcas y/o a
tradiciones orales confiables de estos eventos. En tal caso, esos registros se
habrían preservado por escrito (probablemente en tablas de barro) y pasadas de
padre a hijo vía la línea Adán-Set-Noé-Sem-Abraham-Isaac-Jacob, etc”. (2)
“Hay 11 versículos en Génesis que dicen, ‘Este es el libro de las
generaciones de...’ La palabra hebrea 'Toledoth' traducida como 'generaciones'
también puede significar 'orígenes', 'historia' e incluso 'historia familiar',
y cada versículo va siempre antes o después de la descripción de eventos
históricos que involucraban a la persona nombrada. La explicación más factible
es que Adán, Noé, Sem, etc. Escribieron un recuento de los eventos que
ocurrieron justo antes y durante sus vidas y Moisés, bajo la infalible
inspiración del Espíritu Santo, seleccionó, compiló y editó estos para producir
Génesis de manera coherente” (3).
Si Moisés, fue quien escribió bajo la
inspiración del Espíritu Santo, entonces debemos reconocer que debieron existir
motivos específicos para que el SEÑOR no incluyera en dicha lista a Caín. El
Apóstol Pedro comenta:
"Tenemos también la palabra
profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una
antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero
de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna
profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la
profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo"
(2 Pedro 1.19-21; subrayado añadido).
Recordemos que a Moisés se le
considera como un profeta de Dios, y como tal poseía la autoridad de escribir
lo que el SEÑOR le mandaba. Por ende, no podemos tomar a la ligera el contexto
ni las interpretaciones de los pasajes bíblicos que estamos analizando. Como
señala uno de los principios de la hermenéutica: “El mejor intérprete de la
Biblia, es la Biblia misma”. Sin olvidar la asistencia del Espíritu Santo;
por supuesto.
b) El propósito de las genealogías
Cada genealogía tiene un propósito
definido y principal por el Espíritu Santo: El de evidenciar e identificar el
perfil mesiánico de Jesucristo y el programa profético de Dios para la
redención. Es claro que en el Antiguo Testamento hay genealogías que se extiende
a más ramas familiares, como sucede en el libro de 1 Crónicas; pero en el Nuevo
Testamento el proceso de selección de ancestros se reduce para definir el
linaje mesiánico de Jesucristo.
Por tanto, las genealogías descritas
por el apóstol Mateo y Lucas, el médico amado, en sus respectivos evangelios
(Mateo 1.1-17 y Lucas 3.23-38), pueden ser corroboradas en algunos pasajes del
Antiguo Testamento. Este punto lo tocaré frecuentemente.
Como la aportación de Marcelo Cuadras
lo apunta, la genealogía de Génesis 5 y Judas 14 (Enoc, séptimo desde Adán) se
cuenta por generaciones, pero no por contabilización e
identificación de cada una de las ramas familiares como comúnmente se aplica en
occidente. Por ejemplo: En un árbol genealógico común puede incluirse
tatarabuelos, bisabuelos, abuelos, padres, hijos, hermanos, primos, tíos e
hijos. Así funciona dentro del marco de la sociedad occidental.
Pero el pensamiento de la cultura
oriental es diferente. En las Escrituras, se aplica tanto por ramificaciones, como
por que cada una de las generaciones hay un representante familiar; dependiendo
al propósito por el cual se le menciona. En este caso, el contexto de Génesis 5
expone una línea genealógica de justos por la fe; no un árbol genealógico que
se extiende de modo estricto y riguroso en todas sus ramas.
c) Exclusiones dentro de las
genealogías
Además, El resto de los hijos de Adán
y Eva tampoco se les menciona.
"Y fueron todos los días de
Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e
hijas" (Génesis 5.4; subrayado añadido).
En dicho caso, el SEÑOR no sólo no
incluyó a Caín; tampoco lo hizo con el resto de sus hermanos.
Ahora, al analizar las genealogías de
Mateo 1.1-17 y Lucas 3.23-38, no se extiende a todos los descendientes sino al
representante base de cada generación.
Por ejemplo: Es un asunto conocido
que el Rey David tuvo varios hijos. Dentro de las genealogías mesiánicas
mencionadas, sólo se nombran a dos: Salomón (Mateo 1.6) y Natán (Lucas
3.31-32). Aquí no se incluye al resto de los hijos del Rey David: Amnón,
Daniel, Absalón, Adonías, Sefatías, Itream, Simea, Sobab, Ibhar, Elisama,
Eliada, Elifelet y Tamar; sin contar con los hijos de las concubinas (1
Crónicas 3.1-9).
¿Por qué no fueron incluidos? Porque
dentro del contexto de las genealogías de Mateo 1.1-17 y Lucas 3.23-38, como lo
afirmé en el punto 2, fueron usadas para un propósito de identificar el linaje
mesiánico de ancestro a descendiente.
No siempre las genealogías bíblicas
abarcan el parentesco directo. Veamos el ejemplo siguiente:
"Asa engendró a Josafat,
Josafat a Joram, y Joram a Uzías" (Mateo 1.8; subrayado
añadido).
Ahora, retrocedamos al Antiguo
Testamento:
Joram fue padre de Ocozías (2 Reyes 8.25).
Ocozías fue padre de Joás (2 Reyes 11.2).
Joás fue padre de Amasías (2 reyes 14.1).
Amasías fue padre de Azarías, quien también es llamado Uzías en Crónicas
(2 Reyes 14.1 y 2 Crónicas 26.1).
Términos como “hijo” y “padre”
pueden señalar antecesor y descendiente respectivamente. Un ejemplo muy claro,
sería nuestro SEÑOR Jesús, quien es llamado Hijo de David, sin realmente poseer
un estrecho parentesco directo.
"Pasando Jesús allí,
le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo
de David!" (Mateo 9.27; subrayado añadido).
Si tomamos en cuenta el contexto del
pasaje anterior, Cristo provendría del linaje de David, conforme a las
profecías mesiánicas.
"Acerca de Su Hijo, nuestro
SEÑOR Jesucristo, que era del linaje de David, según la carne,"
(Romanos 1.3; subrayado añadido).
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FUENTE BIBLIOGRÁFICA:
(1) Texto tomado del estudio:
“¿Génesis fue escrito por Moisés o por otro autor?”; por Russell Grigg; fuente web: http://antesdelfin.com/genesismoises.html
(2) Ibid.
(3) Ibid.