En el
librito, “¿CÓMO PUEDO COMPRENDER LA BIBLIA?”; tenemos una definición
sencilla y práctica de lo que es la doctrina de la justificación:
“La
justificación es el acto legal por medio del cual Dios declara justo a todo
aquel que confía en Su Hijo para salvación. Lo único que podemos hacer para
calificar y obtener ese estado es creer en Cristo. La justificación es un acto
de la libre gracia de Dios. No podemos ganárnosla (Léase Romanos 3.24). Por Su
vida, muerte y resurrección a nuestro favor, Cristo nuestro Salvador puede
justificar a toda persona impía y maligna que acude a Él para obtener gracia
(Léase Romanos 4.5)” (7).
De la
misma serie de libritos del anterior, “¿HABRÉ SIDO DEMASIADO MALO?”:
“Es el
perdón legal de Dios. Esta es la remoción definitiva que hace Dios de todas las
barreras legales al cielo. AL conceder este perdón, Dios actúa como Juez para
declarar todos los pecados ‘pagados completamente’. De este modo en adelante,
Cristo es nuestro abogado (1 Juan 2:1). Junto con Su Padre nos da una inmunidad
legal de cualquier acusación que pudiese separarnos del amor de Dios (Romanos
8:28-39). Sin embargo, tenemos que recordar que este perdón no se otorga
universalmente. Solamente lo reciben los que personalizan la misericordia de
Dios” (8).
Y pág.
11:
“Básicamente,
Dios dice a la persona que confía en Cristo: ‘Ya alguien pagó por tus pecados.
Mi Hijo murió por ti. Por tanto, en Él eres justo delante de Mí. ¡Tus pecados
son perdonados una vez y para siempre!’” (9).
Entonces,
el único medio de salvación y justificación es a través de la fe. Veamos esto
en las Escrituras.
Romanos
3:21-28 “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de
Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por
medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay
diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que
es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en
su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su
paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su
justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe
de Jesús. ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley?
¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el
hombre es justificado por fe sin las obras de la ley”.
1
Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para
que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él”.
1 Pedro
3:18a “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo
por los injustos, para llevarnos a Dios”.
¿Qué importancia tiene estos fundamentos bíblicos? Mucha en
gran manera: Pues si Cristo ha vencido al diablo por medio de Su muerte y
resurrección, si Dios ha borrado nuestros pecados, por los cuales éramos enemigos
de Dios, declarándonos justos en Cristo, se hizo un cambio de propietario y
trasladándonos de las tinieblas a la luz; ¿Cuánto más nos ha librado del poder
de diablo sobre nuestras vidas? Pues hemos sido libertados de las potestades
demoniacas que operaban sobre nosotros antes de la conversión. Si Dios hubiese
permitido que una persona que ha “creído” en Cristo continuara siendo
poseída por espíritus inmundos, entonces no le han sido perdonados sus pecados
ni tampoco ha sido libertado del poder de las tinieblas ni trasladado al reino
de Su Hijo.
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FUENTE BIBLIOGRÁFICA:
(7) “CÓMO
PUEDO COMPRENDER LA BIBLIA”, de la serie “Tiempo de buscar”, de Ministerios RBC
Latino, pág. 18.
(8)
“¿HABRÉ SIDO DEMASIADO MALO?”, “El perdón de Dios”; de la serie “Tiempo de buscar”,
de Ministerios RBC Latino, pág. 14.
(9)
“¿HABRÉ SIDO DEMASIADO MALO?”, “El perdón de Dios”; de la serie “Tiempo de
buscar”, de Ministerios RBC Latino, pág. 11