- LA TERCERA REGLA
Tercera regla: Es necesario tomar las palabras en el
sentido que indica el contexto, a saber; los versículos que preceden y siguen
al texto en estudio.
El
Dr. Lund añade:
“Sucede
a veces que basta el conjunto de una frase para determinar cuál es el verdadero
significado de ciertas palabras. Por tanto, y en tal caso, debemos empezar más
arriba la lectura y continuada más abajo, para tener en cuenta lo que precede y
sigue a la expresión obscura, y procediendo así se hallara claridad en el
contexto por diferentes circunstancias” (*1).
Ejemplo
1: Gálatas 4:3
Gálatas
4:3 “Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo
los rudimentos del mundo”.
¿Qué
quiere decir Pablo con los rudimentos del mundo? En lo que sigue a la palabra
se nos explica que son prácticas de costumbres judaicas. Esto lo explica desde
el versículo 9 en adelante:
Gálatas
4:9-10 “Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios,
¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los
cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los
tiempos y los años”.
Ejemplo
2: Juan 6:54
Juan
6:54 “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le
resucitaré en el día postrero”.
A
simple vista se entiende que hemos de comer la carne y beber la sangre de
Jesucristo de forma físicamente; como un acto de canibalismo (Lo que después
dio lugar a la falsa doctrina católica de la Transubstanciación). Sin embargo,
en el contexto que le antecede y sucede, nuestro SEÑOR Jesús hablaba de forma
espiritual y no de comer ni beber de forma literal:
Juan
6:63 “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras
que yo os he hablado son espíritu y son vida”.
Esto
significa que hay apropiarse por la fe el sacrificio de Cristo en la cruz, de
lo que, como se sabe, resulta la vida eterna del creyente
Ejemplo
3: Génesis 46:27 comparar con Hechos 7:14
Génesis
46:27 “Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las
personas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta”.
Hechos
7:14 “Y enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en
número de setenta y cinco personas”.
En
este pasaje parece como si hubiera una contradicción. Pero en realidad el
pasaje está armonizado. Esteban hizo el cálculo de todas las personas que
entraron con Jacob a Egipto, contando las mujeres de los hijos de Jacob,
mientras que en Génesis el autor menciona las personas que entraron a Egipto
sin las mujeres de los hijos de Jacob. El cálculo sería 66 la descendencia de
Jacob, según el versículo 26; 12 los hijos que tiene Jacob, por lo tanto, 12
mujeres quiere decir que 66 + 12 = 78. En los 66 no está contado José ni Jacob,
por lo tanto tenemos que quitar la mujer de José, porque ya estaba en Egipto
(78 - 1 = 77). Las mujeres de Jacob ya habían muerto, tampoco están contadas.
En Génesis nos enseña que dos de sus hijos perdieron sus mujeres, que sería
Simeón y Judá. Quitando las dos últimas mujeres nos da un total de 75, tal como
lo dijo Esteban. Todo lo podemos ver que está bien interpretado en Génesis 46
(*2).
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FUENTE BIBLIOGRÁFICA:
FUENTE BIBLIOGRÁFICA:
(1)
- “HERMENÉUTICA / INTRODUCCIÓN BÍBLICA”; Capítulo VII: “Regla Tercera”; E. Lund
y Alice E. Luce. Editorial VIDA, Miami, Florida. Edición 1975, 2001. Pág. 39.
(2)-
“¿SABES QUÉ ES HERMENÉUTICA?”, Autor: administrador anónimo. Fuente
electrónica: http://miconcordancia.com/estudios.php?ID=1