El
texto a analizar:
2
Corintios 5:14-15 “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que
si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que
los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por
ellos”.
Un
amado hermano me peguntó si éste texto es aval para enseñar que Cristo murió
por toda la humanidad (concepto de la doctrina de la expiación ilimitada). Sin
embargo, vemos por el contexto que es al contrario: confirma que Cristo murió
por los elegidos.
Le
contesté lo siguiente:
En
el vers.14 expresa la muerte sustitutiva de Cristo con la expresión “Que si uno
murió por todos”; aludiendo a la muerte del SEÑOR Jesús. Sin embargo, al final
del versículo 14, y continuando con el versículo 15, vemos las consecuencias de
dicha expiación: “luego todos murieron; y por todos murió, para que los
que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”.
Analizando el contexto…
“Todos murieron” – Pregunta: ¿A qué muerte se refiere el
apóstol Pablo? A estar considerados muertos al pecado y no servirles más:
Romanos
6:1-14 “¿Qué, pues, diremos?
¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera.
Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O
no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos
por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque
si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así
también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro
viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del
pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque
el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con
Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo,
habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más
de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en
cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos
al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No
reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en
sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado
como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como
vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de
justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis
bajo la ley, sino bajo la gracia” (Subrayado añadido).
Entonces
¿Todos han muerto? ¿También los incrédulos han muerto en este sentido: ya no
sirven más al pecado? NO, no todos han muerto. ¿Quiénes son “todos” entonces? Los
creyentes en Jesucristo.
“Y por todos murió” - ¿Quién murió por “todos” (los
creyentes)? Jesucristo.
“Para que los que viven”
- ¿Quiénes son los
que viven? Los “todos” por los cuales murió Cristo, es decir, los creyentes que
andan en vida nueva. Aquellos a quienes Jesús dio vida por su muerte:
Juan
5:24 “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me
envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte
a vida” (Subrayado añadido).
Juan
10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido
para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Subrayado
añadido).
Colosenses
3:3 “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”.
“Ya no vivan para sí,
sino para aquel que murió y resucitó por ellos” - ¿Quiénes ya no viven para sí mismos?
¿Los inconversos? ¿Los que no creen en Cristo como Salvador y SEÑOR? NO. Solo
los creyentes viven para Jesús:
Gálatas
2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el
cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
En conclusión…
Sólo
los creyentes mueren en Cristo, para vivir por causa de Él. Estos son los
elegidos y predestinados por Dios, los dados por el Padre a Cristo para que
tengan vida eterna (Léase Juan 6:37-40). Entonces, Cristo murió por todos los
que han creído en Él y en Su muerte expiatoria, cuya evidencia es que viven
para Él; ya no sirviendo más al pecado.