Parece
que mi nota anterior ha movido o propiciado, sin querer, algunos malos
entendidos. Por lo cual escribo para aclarar algunas cosas. También pido de
favor y en el amor del SEÑOR que comparen los siguientes versículos de esta
humilde nota.
Ahora
bien, es cierto, no todos podemos estar de acuerdo y soy respetuoso de los que
opinen diferente a lo creo que la Biblia dice claramente; sin embargo, en mi
humilde entendimiento yo no he hallado ningún testimonio bíblico en los
apóstoles anduviesen invocando la sangre de Cristo para protección o para hacer
cualquier cosa con ella, pues en ellos nos hemos basado para poder comprender
las profecías, los tipos, símbolos y sombras de Cristo del AT en el NT (Léase
Hebreos 8:5). Muchos han pretendido usar la sangre de Cristo para proteger
negocios, autos, casas, personas, etc. Discúlpenme, por favor, pero eso ya cae
en la superchería.
Si
se pretendiera creer que es posible invocar la sangre de Cristo para cubrirse,
entonces en nada difiere de la doctrina católica de la transubstantación (que
el pan y el vino se convierten literalmente en carne y sangre) que tanto
estamos enseñando que es anti-bíblica, pues ellos sacrifican y derraman la
“sangre” de Cristo, de la misma manera que se pretende hacer con la invocación
de “cubrirse con la sangre de Jesús”, es sinónimo de derramar su sangre otra
vez cuando ya sido entregada una vez y para siempre (Léase Hebreos 9:11-12,
14):
Hebreos
9:11-12 “Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes
venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es
decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros,
sino por su propia sangre, ENTRÓ UNA VEZ PARA SIEMPRE EN EL LUGAR SANTÍSIMO,
habiendo obtenido eterna redención” (Mayúscula añadida).
Ya
Cristo se ofreció una sola vez por los pecados de los que había de redimir
(Hebreos 10:10). Ya estamos cubiertos y santificados (entendiéndose,
santificación como apartamiento o consagración a Dios para ser parte de Su
pueblo –Léase Tito 2:14, PURIFICAR UN PUEBLO celoso de buenas obras-) y en ella
tenemos perdón de pecados (Léase Efesios 1:7, Colosenses 1:14).
LA
SEÑAL DE LA PASCUA
Por
ejemplo, la cobertura del cordero en la Pascua (Léase Éxodo 12), en la matanza
de los primogénitos en Egipto, era una figura y señal del Cordero que había de
venir, ya Cristo hizo un sacrificio una sola vez y para siempre por los pecados
(Léase Hebreos 8:5, 9:9). No hay un solo mandamiento de parte de los apóstoles
que nos digan que debamos hacer lo mismo, excepto que nos dan y enseñan la
confianza de lo que Cristo hizo en la cruz del Calvario. Lo que mi nota trató de
decir es que en Cristo tenemos la seguridad de hemos sido perdonados, pero eso
no quita la responsabilidad por nuestros pecados que a diario cometemos, pues
todos cometemos pecado, pero la base de la expiación de Cristo lo ha cubierto,
el derramamiento de su sangre, pues su sacrificio es perfecto y nos ha limpiado
teniendo como abogado para con el Padre a Jesucristo.
Si
se busca protección al estilo de cubrirse como en la Pascua del libro de Éxodo,
no tiene sentido, porque la Escritura en el NT es clara:
1
Corintios 5:7 “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa,
sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue
sacrificada por nosotros”.
Ya
fue sacrificado por nosotros. El texto es claro.
Si
se quiere la protección de Dios, entonces, ¿Quién mejor que nuestro maestro
Jesús que nos enseñó a orar al Padre que nos libre del mal en su oración del
Padre nuestro? (Mateo 6:13, Lucas 11:4). Los creyentes de la época
neotestamentaria siempre han dependido de la gracia y socorro de la mano
poderosa de nuestro Dios.
¿DE
QUÉ NOS LIMPIA LA SANGRE DE CRISTO?
La
Epístola a los Hebreos nos explica mejor el contexto del sacrificio de la obra
redentora de Cristo Jesús en la cruz del Calvario:
Hebreos
9:13-14 “Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las
cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación
de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu
eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, LIMPIARÁ VUESTRAS CONCIENCIAS
DE OBRAS MUERTAS PARA QUE SIRVÁIS AL DIOS VIVO?” (Mayúscula añadida).
Hebreos
10:1-2 “Porque la ley, TENIENDO LA SOMBRA DE LOS BIENES VENIDEROS, no la imagen
misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen
continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera
cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, LIMPIOS UNA VEZ, NO
TENDRÍAN YA MÁS CONCIENCIA DE PECADO” (Mayúscula añadida).
Hebreos
10:19-22 “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar
Santísimo POR LA SANGRE DE JESUCRISTO, por el camino nuevo y vivo que él nos
abrió a través del velo, esto es, DE SU CARNE, y teniendo un gran sacerdote
sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre
de fe, PURIFICADOS LOS CORAZONES DE MALA CONCIENCIA, y lavados los cuerpos con
agua pura” (Mayúscula añadida).
Creo
que estos textos dejan en claro lo que se quiere decir que la “Sangre de Cristo
nos limpia de todo pecado”, pues está sola frase encierra mucha riqueza
Cristológica.
Reitero,
para más explicación, vean el siguiente video:
Muchas
gracias por su atención. ¡Dios los bendiga grandemente!