junio 18, 2013

¿ES BÍBLICO INVOCAR LA SANGRE DE CRISTO? Y ¿1 JUAN 1:7 AVALA ESTA PRÁCTICA?

Mi humilde respuesta al respecto es: No, no es bíblico y no existe un solo versículo que lo avale. De hecho, si analizamos Efesios 6, la mención de la armadura de Dios, no incluye dentro de este armamento espiritual la invocación de la sangre de Cristo. Cabe decir que la sangre de Cristo no es un amuleto de protección. 

Esta idea de invocación tiene su origen en una antigua práctica católica. Existen libros, como "DEVOCIÓN A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO" de "QUEENSHIP PUBLISHING COMPANY" y otras ediciones católicas, que promueven esta práctica de invocar la sangre de Cristo. 

Ahora, algunos creen sobre 1 Juan 1:7 es base para la invocación de la sangre de Cristo:

1 Juan 1:7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.

En este pasaje es claro que se trata de un sentido figurado -un tipo de metonimia (*1)- que alude a que la expiación de Cristo es suficiente y eficaz para cubrir nuestros pecados pasados, presentes y futuros; no es que el SEÑOR a cada momento se va cortar las venas para cubrir nuestros pecados o para protegernos de todo mal. 

En el contexto inmediato debe entenderse que con la debida confesión de pecados y arrepentimiento sincero en el nombre de Jesús a Dios podemos recibir el perdón de nuestros pecados diarios que cometemos: 

1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 

Pues no hay quien no peque: 

1 Juan 1:8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”.

Y el contexto del capítulo siguiente vincula la sangre Cristo como la propiciación (*1) de nuestros pecados (Léase 1 Juan 2:1-2), es decir que ha satisfecho la justicia de Dios por medio del sacrificio de Cristo, quien actúa como abogado de los que creen:

1 Juan 2:1-2 “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”.

En conclusión:

1- No existe pasaje bíblico que avale la invocación de la sangre de Cristo.
2- 1 Juan 1:7 no trata sobre la invocación de la sangre de Cristo sino de que el sacrificio de Jesús e suficiente y eficaz para cubrir nuestros pecados. 

Además, implica una exhortación a vivir en arrepentimiento diario y continuo por nuestros pecados, por medio del arrepentimiento y de la confesión A NUESTRO DIOS en el nombre de nuestro SEÑOR Jesucristo, en quien confiamos como abogado nuestro gracias a Su obra redentora en la cruz del Calvario. ¡Esto es gracia inmerecida!

Recomiendo ver y escuchar el siguiente video:


¡Sólo a Cristo, el Cordero fiel, la Gloria!

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(*1) Metonimia: Es la forma literaria que usa una palabra en lugar de otra, que la primera sugiere, tal como la causa por el efecto, y el símbolo o la señal por la realidad. La metonimia se funda en una relación de dos cosas, más que en semejanza (más bien mental que física). Cuando el escritor pone el efecto de una acción en lugar de la causa, o usa el símbolo o la seña en lugar de la realidad, usa la metonimia. En el caso de 1 Juan 1:7, la señal es la “Sangre de Cristo nos limpia de todo pecado”, mientras que la realidad es que todo lo que Cristo hizo, su sufrimiento en la Cruz, su sacrificio, es lo que nos limpia. 

(*2) Propiciación: En términos sencillos, se refiere a un sacrificio que apacigua la ira de Dios al satisfacer Su justicia.