LAS
ACCIONES DETERMINADAS CON SENTIDOS MÚLTIPLES
Definición: A veces se
hace un uso peculiar de las palabras que expresan acción, diciéndose de vez en
cuando que una persona hace una cosa cuando:
- Sólo la declara hecha
- Cuando causa que se haga
- Cuando profetiza que se hará, se supone que se hará o se considera hecha.
- A veces se manda también hacer una cosa cuando sólo se permite que se haga.
A.
Acciones de uno (causa) por las de otro individuo (efecto)
Ejemplo
1: Levítico 13:13
Levítico 13:13 “Entonces
éste le reconocerá; y si la lepra hubiere cubierto todo su cuerpo, declarará
limpio al llagado; toda ella se ha vuelto blanca, y él es limpio”
(Subrayado añadido).
Explicación: La traducción de la RV60 es correcta,
pues corresponde en el original hebreo a que el sacerdote declara limpio al
leproso (llagado); cuando otras versiones bíblicas traducen que el sacerdote es
quien limpia al leproso.
Ejemplo
2: 2 Corintios 3:6
2 Corintios 3:6 “El
cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra,
sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica”
(Subrayado añadido).
Explicación: Leemos que
"la letra mata” siendo la Ley la letra al cual se refiere, según el
contexto del pasaje; cuando en realidad la “Ley-Letra” sólo declara que el
trasgresor debe morir.
Ejemplo
3: Juan 4:1-2
Juan 4:1-2 “Cuando, pues, el
Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos
que Juan (aunque Jesús no bautizaba, sino sus
discípulos)” (Subrayado añadido).
Explicación: Leemos que
Jesús bautizaba más discípulos que Juan el Bautista, cuando sólo causaba u
ordenaba que fuesen bautizados, pues a renglón seguido leemos que quienes
bautizaban eran los discípulos.
Ejemplo
5: Hechos 1:16-19;
Mateo 27:4-10
Hechos
1:16-19 “Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la
Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas,
que fue guía de los que prendieron a Jesús, y era contado con nosotros, y tenía
parte en este ministerio. Este, pues, con el salario de su iniquidad
adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas
sus entrañas se derramaron. Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén,
de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que
quiere decir, Campo de sangre” (Subrayado añadido).
Mateo
27:4-10 “diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente.
Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las
piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. Los
principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito
echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Y
después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para
sepultura de los extranjeros. Por lo cual aquel campo se llama hasta el día
de hoy: Campo de sangre. Así se cumplió lo dicho por el
profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio
del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; y
las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor”
(Subrayado añadido).
Explicación: Leemos que
Judas adquirió un campo del salario de su iniquidad, aunque sólo fue causa de
ello, entregando a los sacerdotes el dinero con que compraron dicho campo.
Ejemplo
6: Éxodo 8:15; 9:12;
Romanos 9:17
Éxodo
8:15 “Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció
su corazón y no los escuchó, como Jehová lo había dicho” (Subrayado añadido).
Éxodo
9:12 “Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no
los oyó, como Jehová lo había dicho a Moisés” (Subrayado añadido).
Romanos
9:17 “Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto
mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea
anunciado por toda la tierra” (Subrayado añadido).
Explicación: Leemos en
qué sentido consta que “Jehová endureció el corazón de Faraón”, al mismo tiempo
que se afirma que Faraón mismo endureció su corazón; es decir; que Dios fue
causa de su endurecimiento ofreciéndole misericordia a condición de ser
obediente, pero se endureció él mismo resistiendo a la bondad ofrecida.
B.
Acciones profetizadas con sentidos diferentes
Ejemplo
1: Jeremías 1:10
Jeremías 1:10 “Mira
que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y
para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y
para plantar” (Subrayado añadido).
Explicación: No tenemos registro en las Escrituras
de que Dios haya puesto a realizar estas cosas: arrancar, destruir, arruinar,
derribar, edificar y plantar; sino para profetizarlas o proclamarlas.
Ejemplo
2: Isaías 6:10
Isaías 6:10 “Engruesa
el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos,
para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni
se convierta, y haya para él sanidad” (Subrayado añadido).
Explicación: Es el mismo
sentido que el ejemplo anterior, Dios no le puso hace estas cosas: Engrosar,
agravar y cegar, sino profetizar y proclamarlas.
C.
Mandamiento positivo por permisión
Ejemplo
1: Ezequiel 20:39
Ezequiel 20:39 “Y a
vosotros, oh casa de Israel, así ha dicho Jehová el Señor: Andad cada uno
tras sus ídolos, y servidles, si es que a mí no me obedecéis; pero no
profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos”
(Subrayado añadido).
Explicación: La expresión “Andad cada uno tras sus
ídolos” denota un mandamiento positivo de carácter permisivo, sin llegar a ser
un consentimiento; se comprende por el contexto que el SEÑOR no aprueba en ninguna
manera tal conducta hacia a los ídolos.
Ejemplo
2: Números 22:20
Números 22:20 “Y vino
Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate
y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga” (Subrayado añadido).
Explicación: En el caso
de Balaam, Dios le dice: “Levántate y ve con ellos (con los príncipes del
malvado Balac); empero harás lo que yo te dijere…”, el contexto manifiesta que
aquello no era más que un simple permiso de ir a hacer un mal que Dios estaba
muy en contra que hiciera el profeta (1).
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FUENTE
BIBLIOGRÁFICA:
(1) - “HERMENÉUTICA / INTRODUCCIÓN BÍBLICA”;
Capítulo XVII: “Hebraísmos”; E. Lund y Alice E. Luce. Editorial VIDA, Miami,
Florida. Edición 1975, 2001. Pág.104-105.