El
Pelagianismo se remonta a la época de Pelagio, en el siglo V de la era
cristiana. Él sostenía que la humanidad entera tenía la habilidad suficiente
para cumplir los mandatos de Dios, incluso separada de la gracia soberana.
Pelagio, además, negaba el pecado original heredado desde Adán como cabeza
federal humana.
Pero
el pelagianismo tuvo sus bemoles. Una vez que él fue excomulgado de la iglesia
y su teología fue condenada como herejía en una serie de concilios, reaparece
el semipelagianismo. Aparece como una síntesis entre la tesis de Pelagio y la
de Agustín de Hipona, quien mantenía el criterio monergístico, es decir, que la
salvación era obra unilateral de Dios en su gracia soberana. Un teólogo de
nombre Juan Casiano propaga y suscribe esta nueva tesis conocida como
Casianismo o Semi-Pelagianismo. Esta nueva doctrina continúa contraviniendo la
tesis bíblica, pues proclama que el hombre no está muerto en delitos y pecados
(como afirma Efesios 2:1), sino solamente enfermo. El hombre se había
debilitado por la caída de Adán, pero conservaba la habilidad de salvarse a él
mismo gracias a la oferta de Cristo. Solamente tenía que ejercer su libre
voluntad en aceptar o rechazar dicha oferta.
Entonces
vemos hasta acá dos grandes tesis contra-bíblicas:
1)
El pelagianismo, que considera al hombre absolutamente capaz de alcanzar su
redención, incluso sin la ayuda de la gracia soberana.
2)
El semipelagianismo, que corrige el defecto anterior pero hasta un punto.
Ahora
el hombre está enfermo, debilitado, es incluso incapaz de salvarse a sí mismo
excepto por los méritos de Cristo que son ofrecidos a todos por igual. De allí
que su voluntad sea indispensable para aceptar o rechazar dicha oferta.
En
ese momento histórico la iglesia institucional tenía tres proposiciones en su
debate; condenó el pelagianismo, aceptó por un tiempo la tesis agustina de la
soberanía absoluta de Dios, y pasó después a asumir la proposición
semi-pelagiana, quizás un tanto ecléctica. Pero esa era la voz de la
institución, no así el eco de sus debates internos. Muchas muestras dio la
historia de sacerdotes que en forma aislada proclamaban la verdad bíblica,
asunto que ha sido considerado como una pre-reforma a lo largo de muchos
siglos.
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FUENTE
BIBLIOGRÁFICA:
Fuente
electrónica: http://destino.blogcindario.com/2011/11/00201-sinergismo-y-monergismo.html