julio 03, 2013

¿DE VERDAD LA LETRA MATA?

En cierta ocasión dos hermanos estaban conversando sobre el uso de la Biblia:

– ¿Para qué tanta doctrina? no más envanece a uno, mi hermano; "la letra mata, y el Espíritu vivifica...", solo me dejo guiar por el Espíritu…
– ¿En serio crees que la Biblia es “la letra que mata…”?
–  Sí, “la letra mata…”. 
–  Bueno… –Entonces le quita la Biblia al hermano. 
–  ¿Qué haces? ¿Por qué te llevas mi Biblia?
–  Porque según tú la Biblia te mata. Entonces no la necesitas…
–  Claro que sí, ¿Entonces cómo les hablo de Cristo a otros?
–  ¡Exacto! Tú lo has dicho. Toda la Biblia habla de Cristo. Si desechas la Biblia, desechas el testimonio de Cristo. De hecho, de no ser por la Biblia, por el Evangelio escrito en ella, tú no creerías en Cristo ni sabrías cómo ser salvo de la ira de Dios. Estoy de acuerdo contigo que el conocimiento bíblico no aplicado a la vida del creyente solo envanece e infla en orgullo; pero no por eso debemos ser ignorantes a propósito de la voluntad de Dios revelada en Su Palabra y sin aplicarla al contexto de nuestro diario vivir (Romanos 12:1). Aun tus propios pensamientos y acciones tienes que filtrarlo por la Palabra de Dios. En primer lugar, eso de “la letra mata…” (2 Corintios 3:6), está fuera de contexto. Habla de la Ley como ministerio de condenación que condena a muerte al que no la cumple cabalmente. En cambio, el ministerio del Espíritu vivifica aquellos a quienes Dios ha querido salvar por gracia por medio del evangelio. En segundo lugar, si tanto quieres la guía del Espíritu de Dios en tu vida, hazlo por medio de la Palabra de Dios, pues Él la inspiró y es útil y necesario para la vida del creyente (2 Timoteo 3:15-17; 2 Pedro 1:19-21). Jamás el Espíritu Santo va a contradecir Su Palabra y te pedirá que hagas algo que atente contra ella. Jamás. Y en tercer lugar, Cristo mismo avala la Escritura, le da su valor como tal (Lucas 24:44-45; Juan 5:39). Él mismo dice que las Escrituras son Su testimonio. De hecho, Su Palabra no mata, como tú piensas; sino que su Palabra son Espíritu y son Vida (Juan 6:63). La Palabra de Dios nos ayuda a ser como Cristo, pues este es el propósito de Dios para nosotros (Romanos 8:28-30). ¿Comprendes esto?
–  Creo que sí. Tienes razón, mi hermano. 
–  Qué bien, gracias a Dios –El hermano le regresa la Biblia–. Entonces no hagas pretextos para no estudiar la Biblia. 

2 Timoteo 3:16-17 "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra".