El
pasaje a analizar:
Juan
10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido
para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
Todavía
tengo presente el comentario de cierto predicador de prosperidad en mi
localidad que declaró en uno de sus mensajes que Juan 10:10 es una afirmación
de abundancia que no abarca solo lo espiritual, sino también principalmente lo
terrenal, las posesiones y riquezas. Pero vemos, por el contexto, que no está
diciendo tal cosa. Por tanto, suplico al lector de este humilde y sencillo
comentario que compare las citas registradas.
De
hecho, una sola revisión de todo el capítulo nos daremos cuenta que Jesús
estaba hablando sobre referencias mesiánicas y salvíficas y no de prosperidad
material.
Por
ejemplo, Jesús enseña, por medio de parábolas que:
•
El pastor y sus ovejas, a las cuales llama por su nombre y ellas conocen Su voz
(Léase vers. 3-5, 8, 14, 27-28).
•
Él es la puerta por la cual el que entrare será salvo (Léase vers. 7, 9).
•
Él es el buen pastor que da Su vida por sus ovejas, tanto las del redil
(posiblemente se refiera a los judíos), como las de las que no lo son
(posiblemente a los gentiles), para hacer un solo rebaño (la iglesia) (Léase
vers. 16-18).
•
El da vida eterna a las ovejas, cuya promesa es que no perecerán jamás ni serán
arrebatadas de las manos del Padre y del Hijo (Léase vers. 27-29).
En
la siguiente sección, la confusión de los líderes religiosos es notoria, a tal
grado que le reclaman a Jesús si es o no el Mesías esperado de Israel. El SEÑOR
confirma que ha sido muy claro en cuanto a Su identidad mesiánica por medio de
las obras que hace en nombre del Padre y eran obras buenas (Léase vers. 25,
32). Pero ¿Por qué no creían que Él sea el Hijo de Dios y el Mesías? Porque
como bien testifica nuestro SEÑOR, los líderes religiosos que lo confrontaron
no eran Sus ovejas, por tanto no creían (Léase vers. 26, 34-38).
Entonces,
cuando Jesús dijo que Él daría vida, y vida en abundancia, no hace referencia a
las riquezas o a un vida próspera en lo terrenal, sino en lo espiritual, es
decir, lo que Jesús ofrece a las ovejas de Su rebaño es VIDA ETERNA, con la
promesa de que no PERECERÁN JAMÁS NI SERÁN ARREBATADAS DE LAS MANOS DEL PADRE Y
DEL HIJO. Esta es la verdadera abundancia del que Jesús hablaba en contraste
con la “muerte” que ofrecía el ladrón que viene a matar, a robar y destruir
(Léase vers. 10), es decir, las enseñanzas que líderes religiosos ofrecen pero
que no pueden dar Vida eterna.
Miremos
nuevamente el pasaje contextual:
Juan
10:27-29 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les DOY
VIDA ETERNA; y NO PERECERÁN JAMÁS, ni NADIE LAS ARREBATARÁ DE MI MANO. Mi Padre
que me las dio, es mayor que todos, Y NADIE LAS PUEDE ARREBATAR DE LA MANO DE
MI PADRE” (Mayúscula añadida).
Pregunta:
Si nosotros sabemos que la vida terrenal que tenemos es de poca duración ¿Cuánto
más ABUNDANTEMENTE será la que Cristo ofrece a Su ovejas por medio de la fe en
Él?
Aclaro
que yo no tengo nada en contra con que el creyente tenga posesiones si así la
voluntad de Dios le hace prosperar conforme a Sus propósitos. Pues el dinero o
las riquezas por sí solas son neutrales, el problema radica en el corazón del
hombre, cuando ha puesto un amor idolátrico por ellas; por encima de Dios
mismo:
1
Timoteo 6:9-10 “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y
en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y
perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual
codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores”.
Incluso
nuestro Maestro nos ha dicho en Su Palabra:
Mateo
16:26 “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere
su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”.
En
conclusión….
Este
pasaje nuestro SEÑOR Jesucristo no habla sobre la abundancia material, sino de la
vida eterna que ofrece a los que han creído en Él como SEÑOR y Salvador y se ha
arrepentido de sus pecados.
Tengamos
cuidado de lo que escuchamos en los púlpitos dudosos y filtremos todo a través
de la Palabra de Dios.
“Escudriñad
las Escrituras…” (Juan 5:39).