En
medio de la contradicción, la tribulación y la tristeza, suele haber una lucha:
La fe contra nuestras emociones que nos quieren tambalear. Las emociones nos
dicen una cosa según nuestro criterio humano y en sus limitaciones, en cambio;
la fe nos señala cosas espirituales que están más allá de nuestras fuerzas. ¿En
cuál de las dos confiaríamos? Pues la que provee mas seguridad, no son las
emociones, sino la fe capacitadora de Dios en Cristo; porque la fe descansa en
la soberanía y la misericordia de nuestro Dios según la revelación de Su
Palabra; y las emociones descansan en incertidumbre e inseguridad según los
hombres; aquí radica la diferencia.
Gálatas 2:20
"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el
cual me amó y se entregó a sí mismo por mí".